Lejos de las legislaciones, el comercio sexual se traslada a la red. En foros los clientes se pasan números de teléfono y recomendaciones de las trabajadoras. Desde hace años se prohibieron en Argentina los avisos del rubro 59 en medios gráficos. La oferta sexual fue considerada “delito” por la propia presidente Cristina Fernández.

En el año 2011, mediante una resolución del Poder Ejecutivo de la Nación se decidió prohibir la publicación de avisos sexuales en los medios de comunicación. Si bien las prostitutas lograron “camuflar” el rubro y siguieron ofreciendo sus servicios en los periódicos, en los últimos años terminaron de dar el salto a la red. A través de páginas webs se pueden encontrar varios círculos de oferta y demanda, donde no prima ninguna legislación ni control por parte de las autoridades. Los foros son nacionales: en cada uno de ellos existe la división por provincias y entre ellas está incluida Santa Cruz. Tanto la trabajadora como el cliente dictaminan que sólo trabajan con “independientes” y tratan de dejar fuera el regenteo o la trata de personas.

¿Cómo se manejan?
El funcionamiento de los foros es complejo y cuenta incluso con un sistema de puntuación para las prostitutas. Dentro de la sección provincial hay divisiones por localidades. Los usuarios –escondidos detrás de seudónimos- comparten sus historias con las trabajadoras, hacen sus recomendaciones e incluso denuncian las “malas experiencias”. Además enumeran del cero al diez los atributos de las trabajadoras.
Tal como sucedía antes en los medios gráficos, se publican números de teléfono, direcciones y los propios usuarios hablan de locales nocturnos donde se ejerce la prostitución. Incluso han elaborado un blog con fotos y números de celular de cada una de las mujeres que trabajan en Río Gallegos y en menor medida, en el interior de la provincia.

Prohibición del rubro 59
En julio de 2011, el Gobierno Nacional oficializó la prohibición del Rubro 59. El decreto establecía la prohibición de la “difusión de imágenes que estimulen o fomenten la explotación sexual”. Indicaba además que desde los tres poderes del Estado se iba a ratificar el derecho constitucional a la igualdad entre mujeres y varones. Asimismo, la propia Presidente apuntaba a los medios de comunicación que lucraban con la oferta. Además se creó en el ámbito el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos la Oficina de Monitoreo de las publicaciones. Desde la cartera judicial se habló de nuevas reglamentaciones sobre los avisos en la web, ya que los consideraron un “vehículo efectivo para el delito de la trata de personas”.
Ahora, lejos de esto las trabajadoras y los clientes encontraron un punto ciego donde seguir comercializando el sexo y Santa Cruz, como no podía ser de otra manera, no quedó fuera de esto.


Martes, 12 de agosto de 2014