Los vecinos de los barrios alejados del centro urbano riogalleguense, deben afrontar un sin número de situaciones, acentuadas por la falta de gestión municipal que no hace nada en absoluto por el mantenimiento de las calles, quedando los habitantes a la buena de Dios.

Vivir en la periferia de la ciudad de Río Gallegos, no es nada sencillo, ayer un vecino molesto expresó: “nuestros vehículos son nuestros medios de movilidad. No se puede más así, tres veces metí el auto al taller por el tren delantero. Por favor pasen la máquina por la 13”.

Cabe aclarar que el día miércoles, el personal de Vialidad Provincial hizo el mantenimiento de la calle mencionada, hasta la Ruta Nacional Nº3. Aún a pesar que este tipo de tareas le corresponden a la municipalidad.

Lamentablemente, la 13 no es la única que está en mal estado, ya que existen gran cantidad de calles que se encuentra igual o peor estado “como la 15, 17, 19, 21, etcétera. Calles que si bien “tienen menos tránsito y se mantienen en mejor estado por más tiempo, pero ahora están con un deterioro que las torna intransitable”.

Otras de las falencias a las que apuntaron los vecinos fue la ausencia de iluminación en las calles laterales: “estamos a oscuras los que vivimos alejados de la 13 y de la 38”.

Otro vecino advirtió: “nuestros barrios requieren inversiones de modo urgente. La Municipalidad debe invertir para luego cobrar impuestos y obras. Me irrita ver el estado en el que vivimos, creo que más de 10.000 personas”, advirtiendo que “pagamos impuesto y sin derecho a vivir mejor”.

Por otra parte, otro vecino asestó: “las personas que habitamos por estos barrios vemos año tras año como los gobiernos municipales miran hacia el costado e ignoran nuestra realidad. No invierten. Esto es urgente. Yo no quiero agrupaciones políticas. Quiero personas que administren la ciudad y distribuyan equitativamente el dinero público para mejorar la vida de las personas. Hace 10 años que vivo en el barrio y es un suplicio cada invierno. Cuánto tiempo se necesita para hacer un asfalto, una cloaca, una línea de gas, un transporte digno, etcétera”

Más adelante, otro vecino recordó: “En el 2018 fui a una reunión donde el intendente Giubetich se comprometió a tramitar, por la ley de barrios populares, que el gobierno Nacional promulgó, la adquisición de los terrenos que habitamos. Paso el tiempo y no he sabido que pasó con la promesa. Ni siquiera algo tan digno como tener un título de propiedad fue facilitado por el municipio. ¿Es tanta la inercia e indiferencia que nos profesan a los que apostamos a vivir en este lugar?, se preguntó.

Estos son algunos de los dichos de quienes residen en los barrios periféricos, entre el agua, el barro y la desidia de un jefe comunal.


Viernes, 19 de julio de 2019