Casi como si hubiese enviado su hechizo, la reina Elsa, la capital santacruceña amaneció diferente. Una postal inolvidable de Río Gallegos, en el inicio del invierno patagónico.

Un domingo diferente, al encontrarse con un paisaje dibujado por la escarcha, y es que el invierno en esta oportunidad, hace notar su presencia a diferencia que el año anterior.

Ayer, en horas de la madrugada, con diez grados bajo cero de sensación térmica, un oleaje de escarcha acometió a la ciudad de Río Gallegos, y hoy muchos se sorprendieron con los contornos blancos en cables, árboles, carteles, y todo sitio ganado por la intensa escarcha.

Pero al igual que en Frozen, no todo es bello, ya que el intenso frío hizo de las suyas, baterías consumidas por las bajas temperaturas, tuberías congeladas y el tener que tratar, imperiosamente de dar batalla a un invierno que recién comienza.

Domingo, 5 de julio de 2020