El pasado domingo 25 de enero, Valeria Fernanda Pedersen, se encontró con personas que ingresaron a su domicilio en horas de la noche, luego de que la propietaria se habría retirado con sus hijos.

Manifestó a TNRiogallegos que ella no habitaba la casa dado que en el momento de la entrega de la vivienda esta se encontraba absolutamente inhabitable, y por este motivo no podía ocuparla de manera permanente. Comentó que el último día que estuvo en su casa fue el miércoles, hasta las 21:30 aproximadamente, y que por los dichos de una vecina después de su partida, ingresaron personas a su vivienda.
Ella tomó conocimiento de esto el domingo por un mensaje de texto, y concurrió hasta allí para comprobar que habían ingresado y le habían usurpado su casa.
La damnificada comenzó a gritar a quienes estaban en la casa para que salieran de la misma y al no obtener respuesta, comenzó a romper los vidrios de la misma, cortándose las manos.
Acto seguido, llamo a la policía y les dijo que si no sacaban a esta gente ella los iba a sacar en persona. Trascurridos cinco minutos, habían 5 patrulleros que llegaron al lugar para conversar con los usurpadores, a fin de resolver el conflicto existente, dado que la dueña manifestaba en todo momento que no se retiraría del lugar hasta que estas personas desalojaran su domicilio.
Tal fue el estado de enojo de la señora que un agente llamó al juez de turno y este libro una orden de desalojo a los ocupas.
“Gracias a Dios, todo se solucionó muy rápido" dijo finalmente Valeria Pedersen.

Martes, 27 de enero de 2015