Cuando no se cumplía una semana del caso de un integrante de la comunidad mapuche, un nuevo caso sacudió a esa comunidad de la zona norte, cuando el cura párroco Luis Bicego hizo público en su mensaje dominical, que el padre de un bebé de 7 meses también debió cavar la fosa de su pequeño para darle cristiana sepultura.

Durante dos días este medio llamó incansablemente al intendente Teodoro Camino quien, se supo, habría estado disfrutando de la Fiesta del Lago durante los hechos. El titular de la comuna jamás atendió a nuestra requisitoria periodística.

Sin embargo, ayer la comuna emitió un comunicado en el que intenta deslindar responsabilidades y en donde el secretario de Gobierno, Adrián Varas, responde ante las que califica de “acusaciones mediáticas”.

El funcionario manifestó que el hecho de que la comunidad mapuche haya tenido que cavar la fosa para enterrar a Miguel Limonao (50) obedeció a “una falta de comunicación entre la prestadora del servicio y el personal del cementerio local”. Sorprendido, Varas dijo que “nunca habíamos vivido este tipo de situaciones” y que incluso el día anterior el mismo participó de un sepelio “y no había existido ningún tipo de inconveniente, se encontraba el personal del cementerio realizando sus tareas junto al personal del servicio funerario”.

Pero más adelante el titular de la cartera de Gobierno de la Municipalidad sostiene que las fosas son cavadas ante una solicitud, “debido a medidas de seguridad” que se plantearon como consecuencia de que “el cementerio local ha sido víctima de hechos vandálicos en distintas fosas, con diferentes rituales”.

Asimismo, el funcionario se refirió al caso del bebé de siete meses que fue enterrado por su propio padre, asegurando que fue “la misma empresa funeraria” la que le comunicó a la familia del pequeño que “no existía fosa”.

En este sentido Varas asegura que mantuvo una charla con el padre del bebé “que había decidido hacer una fosa a la par de la tumba de su otra hija fallecida” y que la funeraria les habilitó a que “la cavaran ellos porque el servicio no tenía personal”.

Por último, el funcionario intentó en el comunicado cargar tintas contra el cura de la localidad que hizo pública la dolorosa situación que vivieron los padres del menor, marcando que existe un “aprovechamiento” por parte de “personas que no han mantenido ningún tipo de diálogo con las partes afectadas ni intervinientes”, algo que el propio Bicego desmiente, ya que él dijo haber tomado contacto con el caso luego de dialogar con el padre del pequeño. (El Ciudadano LH)

Viernes, 27 de febrero de 2015