El vocero del Ministerio del Interior, Mwenda Njoka, inform que el joven atacante se llamaba Abdiram Abdullahi, se haba recibido recientemente de la Facultad de Derecho de Nairobi con excelentes notas y era el hijo de un funcionario local del distrito de Mandera, en el noreste del pas, pegado a la frontera con Somala.
Toda esa regin fronteriza, inclusive la ciudad de Garissa, situada a unos 200 kilmetros de la frontera con Somalia, vive bajo la constante amenaza de los islamistas radicales somales, especialmente desde octubre de 2011, cuando el Ejrcito keniano invadi el sur de ese pas vecino para combatir a la milicia extremista Al Shabaab.
Unos 20.000 soldados de Kenia estn desplegados en el pas vecino peleando junto al gobierno somal para derrotar a la milicia islamista.
Al Shabaab reivindic de inmediato la toma de rehenes y finalmente la masacre de la universidad de Garissa, que dej 142 estudiantes, tres agentes de seguridad y dos empleados de la universidad muertos.
Sin embargo, los cuatro atacantes, que al final de la toma se inmolaron, parecen haber sido kenianos.
Njoka, el vocero del Ministerio del Interior, describi a Abdullahi, el atacante identificado, como un "estudiante brillante" y un abogado "con un gran futuro", segn reprodujo la cadena de noticias France 24.
Uno de los shocks ms importantes que se vivi en Garissa despus de las dramticas 16 horas que dur la toma de rehenes y la masacre en la universidad fue cuando los habitantes de la ciudad se enteraron que los atacantes podran ser kenianos, no somales.
Un grupo nutrido de personas rompi el cordn policial para poder ver a travs de las ventanas de la morgue los cadveres de los cuatro asesinos muertos. Segn inform el gobierno, los islamistas radicales se inmolaron con explosivos.
Ante la presin de la gente local, las autoridades finalmente exhibieron los cadveres de los cuatro atacantes por la ciudad en la parte trasera de una camioneta al descubierto, segn inform la agencia de noticias DPA.
En tanto, en el hospital central de la ciudad, donde an se recuperan los cien heridos que dej el atentado del jueves pasado, innumerables padres, madres, hermanos, hermanas y tos llegan desesperados en bsqueda de sus familiares que continan desaparecidos.
Mientras el pas entero comenz a cumplir los tres das de duelo oficial, con las banderas a media asta y la rutina cotidiana a media marcha, la sensacin de inseguridad an sobrevuela Garissa y gran parte de la zona frontera con Somal.
El gobierno keniano anunci ayer sbado que detuvo a cinco sospechosos presuntamente vinculados con el ataque, entre ellos un keniano de origen somal y un tanzano, y adems ofreci unos 212.000 dlares por el presunto autor intelectual del atentado, Mohamed Kuno Gamadheere, un antiguo profesor de una escuela cornica de Garissa que ahora sera comandante de Al Shabaab.
Pero las promesas de ms combates y persecucin militar contra la milicia islamista no calmaron a los millones de kenianos que desde hace ms de tres aos quedaron en medio de uno de los ms sangrientos frentes de batalla en la llamada guerra global contra el islamismo radical, apoyada por las grandes potencias occidentales.
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