¿Qué sentirías si una mañana al despertar para ir a tu trabajo, o a llevar a los chicos a la escuela sintieras que tenés muchos años menos y no reconocieras nada de lo que te rodea?

Pues exactamente eso fue lo que le pasó a una mujer británica de 32 años llamada Naomi Jacobs. Un día se levantó convencida de que tenía 15 años, es decir, 17 años menos, sin reconocer a su hijo de 10 años.

“Salté de la cama en estado de shock. Pensaba que estaba soñando hasta que viera mi cara en el espejo”, contó en declaraciones a la televisión inglesa sobre el episodio que vivió hace 7 años y que ahora cuenta en un libro.

Lo que le pasó es conocido como un extraño caso de amnesia disociativa a consecuencia del estrés. Por aquel entonces, su negocio de homeopatía tenía algunas dificultades, estaba a punto de recibirse y acababa de separarse.

“Me encontraba en shock, en completo shock. Sentí todo. Desde miedo hasta alegría de ver a este niño del que no tenía recuerdo de dar a luz, pero que sabía que era mío porque se parecía mucho a mí”, explicó. Tardó ocho semanas en recuperar la memoria, durante las cuales miró fotos, habló con amigos, familiares, para intentar comprender lo que estaba pasando.

Pese a lo duro del momento no todo fue malo para ella, al respecto hace un balance bastante positivo: “Me siento muy afortunada en ese sentido porque a la edad de 15 te imaginas donde vas a estar a la edad de 32 años, y luego cuando despiertas 17 años más tarde ves que tu vida y el mundo no son como te los habías imaginado. Pero verlo todo de nuevo con mis nuevos ojos de 15 años de edad, me dio una perspectiva fresca y nueva”.

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