El joven había recibido un disparo en su cabeza cuando el 4 de febrero, que lo dejó en coma cuatro meses. Su familia sigue pidiendo justicia ante la falta de culpables.

La peor noticia para la familia Laurín llegó esta madrugada cuando Abel dijo basta y murió en el hospital Castro Rendón, donde estaba hace cuatro meses en coma producto de un disparo que recibió el 4 de febrero cuando se bañaba en el río Limay.

El trágico desenlace, que su padre Luis había anunciado la semana pasada al decir "mi hijo está agonizando", ocurrió a las 6.30 de hoy. Sin embargo, la lucha continúa para su familia, que no descansará hasta tener los culpables del asesinato de su hijo.

La semana pasada, Luis Laurín tuvo que cortar la calle Buenos Aires frente al hospital Castro Rendón y hasta retener por la fuerza un colectivo para que alguien lo escuche. La protesta tuvo efecto y el Ministerio Público Fiscal de esta provincia decidió que investigará lo sucedido aquella tarde del 4 de febrero, cuando Abel –o Pucho, como le decían los amigos del barrio- quedó en coma producto de un balazo que le dieron en la cabeza y lo dejó agonizando.

El propio José Ignacio Gerez recibió a Laurín. Con una copia del expediente arriba del escritorio, le comunicó al papá de Abel que la Justicia neuquina investigará y que Juan Agustín García -fiscal de Delitos Violentos contra las Personas- se volverá a hacer cargo del caso.

El funcionario deberá tratar de determinar quién fue el autor del disparo que salió de la costa rionegrina y que dio en la cabeza de Pucho, cuando intentaba resguardarse al escuchar los tiros. Este fiscal es el mismo que dispuso declararse incompetente y la jueza de garantías Mara Suste avaló el planteo.

El expediente completo, con toda la información del caso, con los testimonios incluidos, fue remitido a la Justicia de Río Negro el 27 de febrero. Tres meses después, la causa vuelve a Neuquén y tras una comunicación telefónica con el fiscal cipoleño José Rodríguez. (La Mañana)

Martes, 9 de junio de 2015