Viviana Inzulza vive una pesadilla desde el 30 de abril pasado, cuando su ex marido, Jorge Pereira, entró a la vivienda, junto con un grupo de policías de la comisaría Quinta, luego de que se cumpliera una orden de exclusión del hogar, según relató la mujer a LM Neuquén.
El juez de Familia José Noacco falló a favor del efectivo retirado, para que Inzulza se vaya de la casa junto con su hija de 11 años, según el Expediente 50721/11.
La medida fue apelada, pero nuevamente ella fue notificada el 1 de junio pasado para que abandone la casa ubicada en Cuba al 2000, de Centenario.
Inzulza y Pereira están casados pero iniciando el trámite de divorcio, por las denuncias por violencia de género que realizó la mujer. En el medio, ella teme quedar en la calle porque su ex le reclama la vivienda y duda de la paternidad de la nena. “Vivíamos juntos y estaba iniciando el divorcio. Él argumenta que este terreno lo compró cuando era una toma, además de decir que la nena no es su hija, a pesar de que la crió durante años. No sé por qué hace todo esto”, manifestó Inzulza.
El caso es complejo, ya que, según Inzulza, en Tierras del municipio le dijeron que la casa “aún no estaba a nombre de nadie”, porque los trámites para la adjudicación en venta no estaban iniciados. Y de ese punto se aferró la Justicia para desalojarla.
“No sé por qué un juez falla así. Un hombre golpeador y encima quiere quedarse con algo que ni siquiera legalmente es de él”, dijo.
La mujer exhibió fotos de las marcas por los golpes que le dio su ex pareja esa tarde del 30 de abril pasado, alrededor de las 14:30. Según su relato, el efectivo a cargo del procedimiento le dijo al agresor: “Si esta es su casa, puede entrar”. (La Mañana)