Teresa Segovia confesó que tiene miedo de que la maten. Contó que su vivienda sufre constantes tiroteos por parte de jóvenes que tienen problemas con su hijo. Busca que las autoridades policiales y judiciales tomen cartas en el asunto.

El auto baleado. Teresa Segovia tiene miedo a que la maten.
“Yo estoy corriendo riesgo, no sé si me van a prender fuego el auto”, denunció ayer públicamente Teresa Segovia ante Diario Patagónico. Por razones de seguridad pidió no ser fotografiada. También solicitó resguardar el nombre de su hijo, un joven conocido para la Justicia y con quienes los agresores a los que denuncia mantienen antiguas diferencias.

La mujer dejó en claro que en su vivienda en la zona de Quinta 2 del Máximo Abásolo no vive con su hijo. “Ahí no viven mis hijos, ellos suben a verme pero viven en su casa. Que me dejen de molestar porque ni puedo salir a trabajar. Tengo miedo que me prendan fuego la casa”, relató Teresa Segovia.

La mujer confesó que tiene miedo que la maten en alguno de los continuos ataques armados que se registran en su vivienda desde el 14 de junio. Esa noche a las 21:30 estaba sola cuando los plomos atravesaron su casa por la puerta y las ventanas.

“Yo estaba sola en mi vivienda. Eran las 21:30 cuando sentí disparos y me corrí de la ventana. Cuando llamé (a la policía), subieron como a los 20 minutos con Criminalística a buscar las balas. Fue un problema de un hijo mío, pero yo no tengo nada que ver. Yo vivo sola en la casa”, insistió la mujer.

SOSPECHAS

Segovia presume que los autores de los disparos contra su vivienda serían Ricardo Alvarado y Rodrigo Soto, quienes fueron baleados el jueves 4 de junio en el Máximo Abásolo y buscarían venganza contra su hijo, a quien le atribuirían ese ataque.

Acusó de balear su casa a “los Serrano, a ‘Richy’ Alvarado que es el que manda, y a Rodrigo Soto, que estuvieron internados por un tiroteo que los mandaron al hospital. Pero mi hijo no fue. Ellos apuntan a mi hijo. ¿Qué quieren que me pase como a Domingo Arismendi que lo mataron y los hijos andan por ahí?”, se preguntó.

La mujer dice que habló con los comisarios de la Seccional Séptima y que le pidieron que haga la denuncia en la Fiscalía. Ayer intentaba hacerlo al cierre de esta edición.

“Anoche (jueves) lo detuvieron a mi hijo porque portaba un arma en una camioneta (en la zona norte de Comodoro Rivadavia), pero él dice si le tiran tiros, no puede andar desarmado. Para la policía pasamos de víctimas a victimarios. Porque yo soy la víctima hoy. Y mi hijo sale a la calle y la policía le revisa los autos”, reclamó.

“¿Por qué lo controlan a él, y no buscan a los otros que suben, tiran y se van? Me rompieron los vidrios de la puerta. El auto tiene tres impactos atrás”, señaló.

El automóvil presenta un orificio de bala en la luneta, otro en el vidrio trasero izquierdo y uno en el paragolpe trasero.

“Hace una semana que estoy afuera de mi casa. Hace una semana que me fueron a tirotear. Me rompieron el auto, me tiraron tiros a la casa. Yo vivo sola, no doy más. Yo no vivo con mis hijos. Mi hijo tiene familia, su mujer aparte. Yo vivo sola. Y van día por medio a la hora que sea a tirotearme”, resumió sobre su calvario.

“Yo hoy (por ayer) voy a volver a mi casa. Yo no sé qué va a pasar. Yo hice la denuncia el 12 (de junio)”, alertó. Pide que las autoridades policiales y judiciales que tomen cartas en el asunto. Que ya fue tres veces a la comisaría, pero los tiroteos continúan. (El Patagónico)

Sábado, 20 de junio de 2015