...la visita que tuve en mi domicilio particular de una joven este último fin de semana, donde paso a relatar lo sucedido, y justificar por cierto el título de esta nota.
El sábado a la tarde tocan el timbre en mi domicilio particular, y al observar que lo hacía una joven que luego me voy a enterar que tenía 21 años, me expresa que estaba reuniendo firmas para un candidato para cargos electivos en nuestra ciudad. La hago pasar, llamo a mi esposa y nos muestra la planilla para firmar. Unos instantes atrás estábamos junto a mi familia hablando justamente de los candidatos locales, provinciales y nacionales, motivo por el cual intenté continuar alguna de las ideas que estábamos poniendo sobre la mesa.
Le pregunto a la joven si le pagaban para la reunión de firmas, a lo que me contesta que no, que no le pagaban, que ella era uno de los militantes de un grupo político de la ciudad.
Para información de todos, tengo que destacar que los partidos políticos y los grupos que de ellos se desprenden, son instituciones u organizaciones totalmente legales y sobre todo, se trata de partidos que expresamente están reglamentados en nuestra constitución nacional a partir de las últimas modificaciones. Esto lo tengo que aclarar, ya que a través de nuestra carta magna se ha establecido el funcionamiento de todos los partidos políticos que actualmente conocemos y los que pueden desarrollarse en el futuro.
Volviendo a la entrevista con la joven militante, y ante el requerimiento de mi esposa para conocer un poco el papel de un militante, le preguntamos qué era lo que hacía un militante, cómo elegía el lugar o la ideología política de algunos de los partidos, pero sobre todo cuál era la idea de trabajar para un candidato específico, todas vez que estos candidatos son muchos y con variadas ideologías.
Deseo ser lo más objetivo posible en desarrollar las respuestas de esta joven, ya que nos aseguró que comenzó a trabajar con el Concejal Pablo Grasso hace ya varios años, a instancias de su mamá que la llevaba a la Unidad Básica. En ese lugar empezó a trabajar para la comunidad, para solucionarle algún problema al vecino, a escuchar las propuestas de trabajo del conductor político, a conocer realmente los proyectos y las ideas que este Concejal tenía para la ciudad y para el municipio. Que al pasar los meses se sintió que el trabajo que realizaba tenía una gratitud de los vecinos, que los eventos que organizaban desde la Unidad Básica realmente lo disfrutaban mucha gente, que el titular de ese grupo político incentivaba continuamente a los militantes para seguir trabajando, para no bajar los brazos, para alcanzar un lugar desde donde se podría contar con muchos medios para la solución de problemas de la ciudad, motivo por el cual ella cree que se convirtió a través del tiempo en una muy buena y eficiente militante.
Otras de las cosas que comentó fue que está muy orgullosa de pertenecer al equipo de trabajo del Concejal citado, y que tanto ellas como sus compañeros y su conductor político saben y están seguros que se puede trabajar, que lo saben hacer y que la mejor salida para mejorar la ciudad es su conductor y su equipo de trabajo.
No fue mi intención preguntarle donde trabajaba ni cuanta plata cobrara por ello, ya que no se me ocurre preguntarle ello a todos los vecinos de la ciudad ni nadie desea y quiere contarlo, pero sí preguntarle si estudió o está estudiando. Ante esa pregunta llegamos a saber que estaba cursando el segundo año de una carrera universitaria de la UNPA, y que había terminado su secundario con excelentes notas.
Consideré el tiempo transcurrido y la despedí muy amablemente, pensando con qué ganas trabaja por el ideal que eligió, pensando en la alegría que siente por seguir ese ideal y por sobre todas las cosas pensando que todavía existen jóvenes que más allá de trabajar por la política, piensan que ella es una herramienta fundamental para el avance y el mejoramiento de una ciudad o una provincia y brindarle a la sociedad una mejor calidad de vida.
Es por los hechos que expuse que me siento reconfortado, que no todo está perdido y que sigue habiendo gente joven que desea que el conductor por ellos elegido pueda conducir los destinos de esta querida ciudad, sumado al hecho de haber constatado ella misma que muchas cosas que la misma joven prometió en la campaña política anterior de la mano del mismo político se hicieron realidad.
A esta juventud es la que debemos apoyar queridos lectores, a estas ideas son a las que podemos sumarnos para una transformación que deseamos, ya que sin lugar a dudas el ejemplo expuesto es un ejemplo de una militancia de verdad.
Hasta otra oportunidad, y nos vemos muy pronto.