A poco más de un año de la muerte de Abigail, de siete meses de edad, prestó declaración, Karla Orellano, madre y una de las imputadas por la causa de la muerte de esta menor que conmocionó a los riogalleguenses.

Después de que la sala de la Cámara Oral del Crimen escuchara atentamente el desgarrador detalle del martirio que debió soportar Abigail con apenas siete meses de vida, su madre Karla Orellano de 24 años, acusada como coautor de la muerte de su propia hija, prestó en la primera jornada del juicio su declaración, en donde intentó dejar en claro que la niña no fue la única víctima.
A través del relato de piezas pertenecientes a la convivencia con Carlos Tortello, Orellano sumergió a la sala en una seguidilla de situaciones en donde intentó dejar en claro que era una víctima de violencia de género.
En cada secuencia describía, detalladamente los golpes y la violencia que ejercía el otro imputado de esta causa, sobre Karla. “Comenzó a golpearme en el pecho y la cabeza”, “Me amenazaba a mi hijo y a mí de muerte” y así justificó su falta de respuesta a causa del miedo que le generaba Tortello.
Pero su declaración no sólo apunto contra el padre de su hija, sino también contra el resto de la gente que no hizo nada por ayudarla, siendo, como lo manifestó en la mañana del martes una víctima de violencia de género. Pero, por otra parte, manifestó ante el tribunal que quizás el propio miedo le impidió darse cuenta de la situación por la que atravesaba la pequeña Abigail.
Más adelante aseguró que ante algunos signos visibles de maltrato, comenzó a sospechar en un primer momento de su madre y hasta de su hermano, para finalmente recaigan sus sospechas sobre Carlos, el padre de su hija.
Por otra parte, se lamentó que la justicia la considerara cómplice de la muerte de la pequeña niña: “Me da vergüenza contar esto que me está pasando, porque no solamente mi hija fue víctima, sino que me acusan de ser cómplice, cuando tenía miedo y no podía hacer nada”.


Miércoles, 21 de octubre de 2015