El potencial del Chevrolet Cruze es mucho. Por eso, la decisión de Sebastián Gómez de cambiar y subirse al auto de marca estadounidense pareció ser, otrora, la mejor opción. Incluso teniendo que bajarse del Kía Cerato, al que en el 2014, pareció haberle tomado la mano y hasta sacarle máximo provecho. Tal es así, que con esa unidad ganó. Fue podio alguna que otra vez también. Y lo que es mejor, terminó el campeonato en el top ten. Quinto, para ser más preciso.

Lo cierto es que a fines de la temporada pasada, y a principios de esta, el cambio de máquina fue la gran jugada de Gómez y su equipo. Esto, pensando en mejorar la actuación del último campeonato. La apuesta era alta ya que a juzgar por lo concreto de los resultados pasados, el podio aparecía como ese gran objetivo.
Pero las cosas no salieron de acuerdo al plan. Ni bien arrancó la temporada la suerte le fue esquiva. En las primeras fechas, dos toques, uno con Iván Saturni y el otro con Esteban Tuero, lo dejaron sin poder completar un par de finales. Esto le trajo consecuencias más graves, en lo deportivo, a Gómez. Por ejemplo no sumar casi puntos y quedar relegado de entrada nomás de los puestos de vanguardia. Cuando quiso recuperar terreno, no lo pudo hacer. Es que se encontró con algunos problemas, en el chasis por ejemplo, que lo dejaron sin posibilidades de competir. También el motor pasó facturas en alguna que otra prueba.
Cuando los resultados no llegaron, empezó la búsqueda de soluciones. Primero puertas para adentro. El equipo GR Competición pareció encontrar alguna en la séptima fecha, en Concordia. Pero fue una ilusión que no duró más allá de esta carrera. El futuro del piloto riogalleguense parecía tener destino de cambio.
Se buscaron opciones por afuera y la mejor propuesta fue la del FP Racing. El equipo oficial Fiat le propuso correr con un Línea las últimas dos pruebas del año. Quizás como una base para el acuerdo y el trabajo 2016. Con la escuadra albirroja probó en San Jorge y corrió en Posadas, la fecha anterior. No resultó ser lo esperado tampoco. Por eso, quizás, el repentino corte.
Mañana, en Viedma, se correrá la última carrera del año. El Gran Premio Coronación para la Clase 3 del Turismo Nacional. Por primera vez en la temporada, Gómez no será de la partida. La decisión de no estar tiene fundamentos sólidos. El primero, económico. El segundo, porque el único representante provincial que tiene esta categoría volvió a barajar y mostrar un juego nuevo. Tras la salida del FP Racing, Gómez se incorporó al Castellano Power Team. Con este correrá en el 2016. Lo hará con el Cruze. Le dará una nueva oportunidad. Se la dará él mismo. Porque confía en que juntos pueden llegar a buen puerto, el título.


El equipo
El Castellano Power Team es una escuadra creada por el preparador, y ex piloto de Turismo Carretera, Oscar Castellano. La misma apareció en el mundo del automovilismo en el 2005. Aquel año incursionó en el TC Pista. Lo hizo con Jonatan Castellano (hijo de Oscar) como principal y único protagonista. Al equipo le fue bien. Al "Pinchito" mejor. Fue campeón de la categoría esa temporada. En el 2006 pasó a la máxima, el TC, y desde entonces se convirtió en uno de los mejores equipos de la categoría.
Para que no los conocen, Castellano padre fue tres veces campeón del TC. Después de un par de temporadas irregulares, este decidió retirarse. Fue en el 91. Dos años más tarde volvió al automovilismo aunque lo hizo en otra función. Como motorista de Eduardo Ramos. "Lalo" le había comprado el Ford Falcon naranja y al hacerlo le pidió también a Castellano que lo asista en los boxes. Este aceptó y juntos obtuvieron, una adentro y el otro afuera de la pista, el título del 94 en el TC. Ese campeonato fue una especie de revancha que el automovilismo le dio a Castellano. Y también marcó el comienzo de lo que es su profesión actual.
El Power Team trabaja actualmente con dos pilotos de la Clase 3. Uno es Castellano hijo y el otro, Jerónimo Teti. El también piloto de Lobería supo ser otrora compañero de Gómez. Juntos compartieron el GR Competición, cuando el santacruceño transitaba la segunda temporada con el Cerato. Ahora volverán a formar parte de la misma escudería.
Los dos corredores del Power Team ocupan butacas de un Cruze. A ambos les fue bien esta temporada. Hasta antes que se corra esta última fecha, Teti ocupaba la novena posición mientras que Castellano hijo estaba undécimo. Con posibilidades de mejorar los dos, dependiendo principalmente, de los resultados de este domingo.

El trabajo
Desde que ambas partes acordaron ir en busca de un objetivo común, en el 2016, se empezaron a fijar pautas. Lo primero que se hizo fue llevar el Cruze a los talleres de Lobería, centro de tareas del Castellano Power Team. Una vez que la unidad llegó a destino, los mecánicos del equipo hicieron un primer sondeo del estado de esta y de las necesidades de la misma. Se fijaron también los trabajos a realizar tanto como los tiempos para cada uno de estos. La idea es que la máquina quede lista para febrero próximo, época en la que se especula comenzará el próximo campeonato.

Viernes, 4 de diciembre de 2015