No est claro si fue un muy rpido y poco habitual ejercicio de accin y reaccin o si los papeles estaban ms o menos acordados de antemano, pero el reclamo de gobernadores del PJ pblico y reservado- y la respuesta sin demoras de Mauricio Macri terminaron de abrir la puerta a un nuevo encuentro del Presidente y los jefes provinciales, agendado en principio para el martes prximo. Para asegurar esa cita, debe ser escrito un penltimo captulo, complejo: el acuerdo sobre el proyecto de Presupuesto 2019. Todo, adems, dando por bueno que en diez o quince das quedar cerrada la negociacin con el FMI.
Parte central de esta historia gira en torno de la reunin anotada para esta tarde en la Casa Rosada. Rogelio Frigerio y su equipo, tal vez con presencia de tcnicos de Economa y un par de referentes legislativos, esperan encabezar un plenario de ministros de hacienda o finanzas provinciales. El martes pasado, el ministro haba estado negociando con representantes de las diecinueve provincias en manos del PJ y de otras fuerzas. El balance fue bastante optimista en una y otra vereda. Tanto, que se ampli la convocatoria de hoy a los cinco distritos que gobierna Cambiemos.
Ayer, fue un da intenso para los negociadores del oficialismo. Existe consenso ms o menos amplio sobre el grueso de los recortes para bajar el dficit. Y el juego termin de abrirse cuando el Gobierno acept la idea de contemplar no slo la poda presupuestaria, sino adems la ampliacin de ingresos, flexibilizando sera el eufemismo- algunas metas planteadas en el pacto fiscal. Una receta similar va retenciones y otras medidas- decidi aplicar Macri para imponerse un objetivo nada sencillo: ya no bajar el dficit al 1,3% del PBI el ao que viene, sino arrimarlo al cero.
De todos modos, el trazo grueso suele dejar blancos o desprolijidades en la tela. El objetivo general asoma compartido en las negociaciones con el PJ, ms all de algunas licencias que se permiten en pblico a la hora de las crticas. Eso, junto con algunas desconfianzas sobre los costos para las provincias, ms all de absorber subsidios en especial, los dos grandes distritos oficialistas, Buenos Aires y la Ciudad- y de aceptar algunos caminos alternativos, por ejemplo, para remediar en parte el impacto del fin del fondo sojero.
(Infobae)