En una tensa jornada en el Senado de la Nación, la senadora por Santa Cruz, Alicia Kirchner, alzó la voz contra el intento de reforma de la Ley de Protección de Glaciares. Durante la reunión de comisión, la legisladora calificó el avance legislativo como una maniobra "irresponsable" que hipoteca el futuro de las próximas generaciones en favor de beneficios económicos inmediatos para empresas extranjeras.
Un recurso estratégico "por la ventana"
Para Kirchner, la celeridad con la que se busca emitir dictamen (previsto para antes del 26 de diciembre) es una señal clara de que no se busca un debate técnico, sino cumplir con agendas externas. “Esta reforma responde a los intereses de las multinacionales y vulnera un recurso estratégico para nuestra nación: el agua”, afirmó de manera categórica.
La senadora explicó que la ley vigente no es un freno al desarrollo, sino una herramienta de ordenamiento. “La ley actual NO impide la minería, ordena dónde puede hacerse desde una mirada netamente científica. Así lo demuestra el Inventario Nacional de Glaciares elaborado por el IANIGLA”, remarcó, defendiendo el rigor técnico del actual sistema de protección.
Retroceso institucional y ambiental
La exgobernadora santacruceña puso el foco en la crisis climática global, recordando que los glaciares ya sufren un retroceso acelerado. Flexibilizar la norma en este contexto, según su visión, sería un retroceso institucional sin precedentes que ignora el consenso científico y social.
“¿Se prioriza el ingreso inmediato de divisas o la preservación de recursos vitales para las generaciones futuras?”, cuestionó Kirchner ante sus pares.
El fantasma de Pascua Lama
Como antecedente del riesgo que implica la megaminería en zonas protegidas, la senadora citó el caso de Pascua Lama, donde el impacto ambiental fue irreversible. Advirtió que modificar la ley actual abriría la puerta a desastres similares en toda la zona cordillerana.
Con un dictamen inminente antes del cierre del año, Alicia Kirchner reafirmó que su postura no es solo ambiental, sino de soberanía hídrica. “Proteger el agua es garantizar vida, soberanía y desarrollo sostenible”, concluyó, marcando una posición firme frente a lo que considera una amenaza directa al patrimonio natural de Santa Cruz y de toda la Argentina.