En primer lugar, expresamos nuestro total repudio contra este miserable atentado y denunciamos su carácter profundamente reaccionario por tratarse de un ataque intimidatorio contra la libertad de expresión. Se trata, además, de un ataque con métodos paramilitares con el fin de infundir el terror en la población civil.

Nos solidarizamos con las víctimas y sus familiares y con los trabajadores del semanario Charlie Hebdo, y recogemos el llamado a la movilización popular del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Francia por el esclarecimiento de los hechos y el castigo a los culpables -como ya está ocurriendo en cientos de capitales y ciudades de todo el mundo-.

Al mismo tiempo, rechazamos que este repudio sea confundido o utilizado para prestar cualquier apoyo político al Estado y gobierno francés, el cual, al igual que todos los gobiernos de la OTAN, han practicado innumerables masacres y agresiones contra los pueblos en Medio Oriente y en el mundo entero".