Lo expresó Monseñor Miguel Angel D’Anibale, Obispo diocesano al ser consultado acerca de su visión sobre el diálogo entre el municipio y el Soem, tras la asunción del nuevo intendente.

El obispo Miguel Angel D’Anibale fue convocado, en reiteradas oportunidades para interceder en el conflicto municipal de la ciudad de Río Gallegos, por lo cual TNRíoGallegos dialogó con él, no sólo como referente de la Iglesia, sino también como ciudadano: “Si, como facilitador del diálogo intenté hacer todo lo posible para que eso se dé, hasta que se sucedió la renuncia de Raúl Cantín con quien, después me comuniqué para acompañar, como lo hago siempre con todas las personas en distintas situaciones”.
También lo hizo con Pablo Grasso: “Le expresé que iba a estar a disposición para lo que él necesite, para lo que sea, como lo sigo haciendo con la gente del sindicato con el fin de facilitar el diálogo”, pero además puntualizó: “Lo que percibo y voy siguiendo a través de las noticias es que se van dando signos. Veo que se han acercado las partes, se han sentado a una mesa el nuevo Secretario de Hacienda, el intendente, los sindicalistas y dicen que el próximo martes se van a volver a reunir. Eso es a lo que aspiramos, lo que pedíamos, incluso nosotros a través de la carta que escribimos los sacerdotes de la ciudad y yo, durante los cien días de conflicto, que por favor se estableciera una mesa de dialogo porque sabemos que encontrar una salida, lleva su tiempo y si hay diálogo como el que se percibe, creo que se va a salir.
Agregando: “Siempre estoy atento, pero en la medida que vea que el intendente se sienta con sus empleados para encontrar una salida, me parece que ya es alentador y uno lo que hace es seguir acompañándolo”.


Viernes, 31 de julio de 2015