Declararon los pediatras Rodrigo Ulloa, quien atendió a la pequeña en la guardia al momento de su muerte, y el Dr. Pedro Rocha, quien lo hacía usualmente a la pequeña en vida. El primero aseguró que la muerte pudo ser lenta y de varias horas, siendo cuestionada su credibilidad. Luego el Dr. Rocha aseguró que el tiempo de sobrevida a la agresión no pudo ser mayor a “50 minutos”.

Complejas jornadas se viven en el segundo juicio oral y público contra Lucas Gabriel Gómez por la muerte de la pequeña Agustina Varela, entre cruces legales permanentes entre las partes, además de conclusiones médicas totalmente disímiles entre los testigos que deponen ante el tribunal.



El primero en declarar fue el pediatra Rodrigo Ulloa que esa madrugada atendió a la pequeña Agustina en la guardia, quien aseveró, “si la traían una hora y media antes se podría haber hecho algo por su vida”, señalando que la pequeña llegó en un cuadro irreversible.



Para ello explicó la existencia de dos fases del shock, denominadas caliente y frío, considerando que solo en la primera de estas “el chico responde y su sistema trata de compensarlo. Luego viene el shock frío”, detalló, asegurando que el arribo de Agustina a la guardia fue en este último estadío.



Además de este dato aportó en cuanto al momento de la intubación de la pequeña que vomitó alimentos “sin digerir” que podían estar en el estómago, relacionando ese fenómeno a que el traumatismo pudo paralizar la función intestinal de la pequeña y que se paralizó su sistema digestivo.



El estado del alimento –sin digerir- llevó al profesional a deducir que esa comida llevaba en el estómago de dos a tres horas, relacionando a ese momento el tiempo de la producción de los golpes, ocasión en que la pequeña estaba en la fiesta, versión que compromete a Lucas Gómez.



Allí el defensor, el Dr. Giménez, atacó la credibilidad del testigo consultándolo –y mostrando- comentarios desde el facebook personal del Dr. Ulloa en los que se relacionaba con la mamá de Agustina, y adhiriendo a una cuenta creada por la familia Varela denominada “Justicia por Agustina”.



A pesar que no se permitió ingresar esa prueba, quedó constancia del interrogatorio al testigo por tal situación, ante la que Ulloa expresó, “adherí pidiendo Justicia por la niña como cualquier ciudadano”, asegurando que ello no afectaría la imparcialidad en sus aseveraciones.



Otra versión

Finalmente se dio la declaración del pediatra Pedro Rocha, médico de cabecera que asistía a la pequeña en vida, pero de quien la fiscalía y la querella se encargaron de dejar en claro, “no asistió a Agustina al momento de la muerte, ni durante la autopsia”.



En ese sentido los acusadores apuntaron contra la versión de Rocha, quien de la lesión de la nena en el lóbulo izquierdo del hígado, consideró que era “como una canilla que no se podía cerrar”, asegurando que la pequeña murió “desangrada” en “un proceso que demandó de 30 a 50 minutos”, estimó.



Esta versión deja el momento de la producción de los golpes dentro del horario en que la niña ya estaba fuera del alcance de Lucas Gómez, y en la casa de sus tíos, situación cuestionada por los acusadores, quienes cuestionaron que lo de Rocha “solo son especulaciones sin rigor científico”, expresaron. (Actualidad TDF)

Sábado, 14 de junio de 2014