Sin temor a equivocarme, y a pesar de algunos medios de comunicación apocalípticos como de comentarios falaces y malintencionados de algunos vecinos ideológicamente opositores, me animo a afirmar que estos dos últimos meses de gestión del actual intendente se trata de…

…casi un momento histórico para nuestra ciudad. Debo comenzar por el principio para que se me pueda entender mejor. Cuando el Intendente Pablo Grasso, gracias al voto de la gente, debió asumir democráticamente el cargo, lo hizo en un momento que para todos era realmente desastroso, sea en la administración municipal, como con los trabajadores y hasta con los vecinos, en donde la inacción y la desesperanza reinaba por doquier, debido principalmente a una gestión realmente negativa y destructiva de todos los valores sociales y personales.
Como decía, al asumir como intendente, y no como intendente interino como algunos destructores falaces dijeran, lo hizo cuando los empleados municipales sostenía un furioso paro de más de cuatro meses, y debido a sus gestiones, conocimiento y cintura política, intervino positivamente en las conversaciones logrando levantar ese paro y que los empleados puedan volver a trabajar normalmente. Todos conocemos los entretelones del paro al que me refiero, debiendo resaltar la violencia reinante hasta ese momento a la que igualmente el intendente puso un punto final.
Así las cosas, y arreglado este inconveniente, el mandatario comunal y su equipo de trabajo se pusieron igualmente a trabajar, a preocuparse y ocuparse de iniciar un camino de reconstrucción social. Se trabajó para lograr una ciudad limpia y aseada, se trató de anular todos los minibasurales existente, y si bien no está todo solucionado en este aspecto, el resultado lo podemos ver recorriendo nuestro barrio y observando calles y veredas que antes de asumir eran unos importantes puntos de proliferación de plagas y enfermedades.
Se han iniciado y están finalizando muchos trabajos de arreglo de calles, algunas que se reasfaltan y otras que se nivelan, a través no sólo de la maquinaria municipal que se logró recuperar en muy poco tiempo y sin demasiados recursos sino también con máquinas, camiones y herramientas solicitadas en diferentes ámbitos públicos y privados, en la inteligencia siempre de reunir voluntades para el bien de la comunidad.
La revalorización de las juntas vecinales con sus nuevas sedes, los espacios públicos de recreación para niños previstos, los nuevos equipamientos para el personal de ropa, calzado y herramientas, los múltiples convenios con entidades para poder avanzar en obras necesarias, la pronta habilitación del natatorio, en fin, los innumerables trabajos realizados con mano de obra municipal y personal de su propio equipo, han demostrado con creces que en estos solamente dos meses de gestión se han realizado muchas más cosas que en los últimos años, motivo por el cual me siento en la obligación de reconocer que se encuentra realizando una gestión totalmente eficiente desde los puntos de vista social, político, ambiental y de seguridad, que ojalá que pueda continuarse luego del 10 de diciembre del corriente año.
Aquel que quiera encontrar alguna intencionalidad política en este editorial seguramente la va a encontrar, pero lo importante es asegurar que todo lo citado es fácil y realmente comprobable por los vecinos solamente con mirar la ciudad y compararla con la situación de hace más de dos meses atrás. Es por esto último que como dice nuestro título, estamos frente a una intendencia que, en solamente casi dos meses de gestión, logró dar un vuelco superlativo a la situación de la ciudad que puede ser considerado casi como un momento histórico.
Claro mis queridos lectores, que falta todavía mucho por superar, falta mucho trabajo para hacer, falta bastante para que cada trabajador municipal, cada vecino en particular, cada organización de la sociedad se puedan sentir realmente orgullosos de pertenecer, pero eso será cuestión de hablarlo más adelante.
Hasta otra oportunidad, en donde seguramente vamos a estar mejor.


Jueves, 24 de septiembre de 2015