Más allá de la poca colaboración demostrada por algunos medios de comunicación, en especial los televisivos, como también en los errores técnicos que no permitieron una emisión clara de las exposiciones de los candidatos a intendente para nuestra ciudad, en el debate...

...propiciado por una Universidad de nuestro medio, este evento, además de habernos dejado un gusto a poco, despertó sin dudas un sentimiento general de vergüenza por los dichos de varios de ellos.
Esto lo puede comprobar cualquiera, que como yo, lleva varios años en la zona y siempre observó y escuchó no sólo los discursos sino también los eventos propiciados por todos los funcionarios que pasaron por la municipalidad local, el Concejo Deliberante, la Cámara de Diputados o la Gobernación provincial. Por supuesto que no es posible recordar a todos, pero haciendo un esfuerzo de memoria sin duda nos vamos a acordar de muchos de los discursos que hicieron en un pasado cercano, los candidatos que hablaron en este debate.
Ada Vivanco, según ella misma lo dijera, su partido y todo el frente de izquierda apoyó y colaboró con los empleados municipales en el paro de más de 5 meses, implicando sus dichos que estuvieron de acuerdo con la violencia desatada por algunos y lo ayudaron a seguir destrozando edificios y rodados del estado, como también incentivaron la quema de cubiertas que afectaron a niños de los colegios cercanos, fieles que concurren a la catedral capitalina y a los mismos empleados municipales. En fin, ayudaron en todo lo que pasó, estando totalmente enfrentado con lo que sus propios candidatos hablaban respecto a la educación de los niños, la limpieza de la ciudad, la higiene, la paz y la tranquilidad que, después que el actual intendente logró dar por terminado ese conflicto, sus dichos demuestran que cuando tienen que hacer, hacen todo lo contrario. Es lo mismo que decir, ¡haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago!.
Roberto Giuvetich, candidato eterno de las últimas cuatro o cinco elecciones generales, sin duda posee el mismo discurso en todas ellas, aunque fue funcionario de todos los gobiernos radicales según él mismo lo dijera, y nada, pero nada de lo que dijo es nuevo, nada de todas sus promesas fueron siquiera comenzado a cumplirse en su periodo de Secretario de Obras Públicas municipal ni en ningún otro, nada realizó de todos sus proyectos que como dijera son en primera instancia siempre iguales y sobre todo, parecen una burda y vergonzante copia de su plataforma habitual de los últimos años. Esto es como que si los años le están cayendo encima, es como si ya perteneciera a la generación de adultos mayores, como si estuviera más allá de la realidad que sentimos, sufrimos y pensamos del lugar donde vivimos.
Dino Zafrani expresó que Rio Gallegos es “una mierda”, que vive en la basura y en constante peligro de enfermedades, cosa que es una flagrante mentira, una aseveración fuera de lugar y unas expresiones propias de un resentido, un mentiroso y una persona con poca moral, toda vez que en el hipotético caso que así fuera debería preguntarse cuáles fueron las cosas que él y sus seguidores hicieron para no vivir en la inmundicia. Claro, las respuestas serían todas negativas, no hizo nunca nada por ello ni por otra cosa que no sea declarar, hablar y tratar de ensuciar a los funcionarios que bien o mal están trabajando en bien de la comunidad.
Pablo Fadul habló de la necesidad de volver a vivir en paz y en la tranquilidad que nos merecemos como ciudad, casi olvidándose que lleva para legisladora comunal a un personaje que alentó, promovió y participó en todos los actos de violencia de algunos empleados municipales que captó con sus ideas violentas y desagradables.
Un denominador común de todos los candidatos es el deseo de que podamos vivir en paz, pero parecen olvidarse que Pablo Grasso fue el único que puso el hombro a una situación desagradable, nefasta y complicada como la que reinaba hace casi tres meses con unos candidatos borrados literalmente de la escena local, y sólo, si, sólo, dio por terminado el desastre e inmediatamente comenzó a gestionar para lograr lo que ya todos saben, lo que ya todos los que quieren las pueden ver, las obras, las ideas, las acciones, las gestiones, pero sobre todo su capacidad para dirigir y conducir los destinos de nuestra querida ciudad.
No estoy pidiendo aplausos para todo lo que hizo, no deseo felicitaciones por hacer lo que tiene que hacer un intendente, solo es mi intención que vean, que observen, que disfruten y que acompañen con su voto a uno de los mejores dirigentes que nos dio esta ciudad en los últimos años.
Nos vemos muy pronto, amigos lectores.


Sábado, 17 de octubre de 2015