Hola, mis queridos lectores. Estoy contento porque ya faltan pocos días para la veda electoral, y van a terminar esos acosos verbales que nos tuvieron como blanco desde hace varios días, esos acosos de todos los candidatos para explicarnos que son...

...los mejores, son los más trabajadores y la única esperanza para salir adelante. Acosos sin duda que no tiene nada que ver con hechos, situaciones o actividades por ellos realizadas, sino casi exclusivamente en pedir que los acompañen para transformar Río Gallegos, tratando de seducirnos algunos con linda e interesante retórica.
Esa es la retórica del acoso, ya que se trata solamente de palabras vacías de contenido, vacías de fundamento fáctico toda vez que no están basadas en actividades o eventos realizados con el fin de ayudar en la solución de problemas que ahora reconocen en la ciudad. Voy a evitar dar ejemplos de esto último, ya que el hacerlo me ocuparía varias hojas de escritura y no es esa la intención.
Comenzando en el análisis de esta situación, se me viene a la memoria dos personajes entre muchos más. El primero es Diego Maradona, indiscutido y reconocido como el mejor jugador del mundo, máximo referente del fútbol mundial. Su profesión y su destreza la demostró en todas las canchas del mundo y por eso se convirtió en el ídolo que es. Pero ídolo del fútbol, de las canchas, no de la vida ni de ejemplo de pensar y decir, fue un jugador excelente y nada más. Por ese motivo muchos países del mundo le brindaron la oportunidad de seguir demostrando su magia, lo curaron, le dieron contención, le dieron posibilidades para seguir con la profesión que lo hizo grande en lo que se dedicó.
Otro grande es Charly García, quien posee el mejor de los estrados dentro de la música argentina, indiscutido mejor artista nacional que igualmente le brindaron muchas personas y organizaciones la posibilidad de seguir mostrando su magia, acompañándolo en todo lo que se proponía desde su más tierna edad. Se trata de un trabajador excepcional que sin esa ayuda difícilmente podía seguir adelante.
Mi humilde deducción se trata de que a los que demuestran capacidad, trabajo y vocación en lo que hacen, los que ponen todo su esfuerzo personal en las actividades que realizan y sus resultados óptimos se pueden observar por una comunidad, los que lograron con hechos reales mostrar todo lo que se puede hacer desde los lugares que uno ocupa, sin ninguna duda se los debe apoyar, se los debe acompañar y darle una mano para que pueda llegar a demostrar toda su capacidad y aptitud en lo que se ha dedicado.
En nuestra realidad, en nuestro Río Gallegos, el intendente Pablo Grasso ha demostrado en solamente tres meses todo lo que se puede hacer, ha hecho cosas inimaginables en tan poco tiempo, se ha revalorizado el trabajo y al trabajador municipal, se ha gestionado maquinarias para limpieza, perfilado de calles, canchitas de fútbol en barrios, sede de juntas vecinales, reasfaltado, semáforos, iluminación, en fin, muchísimas más cosas que no se realizaron en los últimos diez años. Es por ese motivo que creo en la necesidad de apoyarlo, de ayudarlo, de brindarle la oportunidad para seguir haciendo lo que sabe hacer, gestionar, dirigir, trabajar y ocuparse agresivamente por mejorar la calidad de vida de todos los vecinos. Y esto sí, amigos lectores, que humildemente creo que no es acoso retórico sino es ver, observar, mirar la realidad que tenemos en la ciudad y compararla con la de hace tres o cuatro meses atrás, deseando que se pueda apoyar al actual intendente, ayudarlo y ayudarnos para que podamos convertir a esta ciudad capital en una ciudad modelo para el resto de las provincias argentinas.
Hasta otra oportunidad, mis queridos lectores.


Lunes, 19 de octubre de 2015