Cansadas de ver como los pequeños llegaban a la Escuela Nº 56 sin desayunar porque en sus humildes hogares no cuentan siquiera con un trozo de pan para calmar el hambre, un grupo de madres en su mayoría jefas de hogar, decidieron comenzar a fabricar el pan para los cientos de alumnos.

Mientras saca las primeras tortas fritas dulces que los chicos apodan “calzones rotos”, Nélida Barrios, madre de 7 hijos, algunos de ellos ya casados, aclara que no reciben ninguna ayuda del municipio, que todo el pan que se amasa es producto “de lo que trae cada integrante de sus casas y de las donaciones de la gente del pueblo que es siempre muy solidaria”.

“Los vecinos por suerte no nos han desamparado, siempre se acuerdan y nos traen harina, aceite, azúcar leche, y con eso hacemos el pan o las facturas con dulce para que los chicos ingresen a la escuela con energías, después que toman un buen desayuno recién entran a clase porque sabemos que hay familias que no la están pasando bien”, señala la mujer, quien al igual que el resto de sus compañeras sale del trabajo y se hace presente en el comedor de la escuela 56 para comenzar la faena diaria de amasar el pan para los pequeños.

“Somos en total 15 personas pero cada día se van sumando más, y ahora también vienen los chicos de séptimo grado que quieren ayudar porque dicen que así se sienten más útiles, siendo solidarios con sus compañeros”, señaló.

Quien también forma parte del grupo es la directora del establecimiento Silvina Cudugnello. Querida y respetada por todos esta docente con varios años de servicio en la escuela rescata el compromiso de las madres. “Ellas vieron que la copa de leche que nos da Nación no era suficiente y comenzaron a puro corazón a amasar el pan con sus propias manos, primero horneaban en una iglesia evangélica, pero después decidieron hornearlo en el horno pizzero que hay aquí y se les simplificó la tarea”, dijo.

Silvina reconoció que muchos padres se encuentran en una situación difícil porque están desocupados. “Son personas que de pronto se quedaron sin trabajo y no reciben asistencia social del municipio, y les cuesta acercarse a los servicios sociales porque se dicen que les hacen encuestas y al final la ayuda prometida no llega”.

“Mejor ni acercarse a Bienestar Social porque encima de tener que pasar por la humillación de las encuestas la ayuda nunca aparece y hay que ver lo que duele cuando una criatura te pide pan y no tenés para darle”, señaló una mamá conmovida.

Para aquellos que quieran ayudar, el grupo cuenta con una página en Facebook, donde pueden ponerse en contacto, se llama “Manos a la Obra”.



En ocasión de nuestra visita nos manifestaron que cualquier donación es bienvenida, aunque indicaron que lo que más se precisa en estos momentos es una amasadora, una olla para hacer dulces y un sartén o en su defecto una olla más grande para fritar los calzones rotos porque ahora lo están haciendo en latas. (Diario Crónica)

Sábado, 21 de junio de 2014