Las verdades que encierran los refranes populares son casi indiscutibles, toda vez que forman parte de la cultura de un pueblo y a muchos se nos vienen a la memoria cuando observamos una situación para nada original. El refrán del título se me vino enseguida a la memoria…

...cuando los medios de comunicación de la ciudad dieron cuenta de las palabras del intendente capitalino, cuando manifestara que iba a crear una comisión para investigar las últimas entregas de terrenos a vecinos riogalleguenses.
Pero vamos por parte, y trataremos de estar concentrados en todos los pormenores de las entregas de terrenos a los vecinos, a partir del momento desde cuando cada uno de mis queridos lectores tengan memoria. Hace varios años atrás, fue el propio Giubetich quien comenzó con la subdivisión de las chacras del éjido urbano para conformar terrenos para entregar a los particulares, y aquí está el primer problema, ya que tanto esas divisiones como esas entregas se hicieron en el más alto secreto, sin informar a los medios y menos a los ciudadanos en general quienes eran los destinatarios finales ni las fechas en que se realizaron las entregas. Después de reclamar agresivamente las listas de los adjudicatarios, las mismas aparecieron primero en el Concejo Deliberante local, provocando que muchos de los funcionarios y empleados jerarquizados a quienes se les entregó varios terrenos procedan a su devolución para no quedar “escrachados”. Es necesario aclarar para aquellos que tengan alguna duda, que todos los antecedentes los pueden recabar ante los viejos empleados del Cuerpo legislativo comunal o solamente preguntar a los mismos qué fue lo que pasó con esas irregulares entregas, más allá de poder requerirlo, para mí inútilmente, a las actuales autoridades municipales, que por otra parte pregonan la transparencia de los actos de gobierno.
Queda claro hasta aquí que nuestro “ladrón” del refrán anterior, fue aquel que en su momento regaló terrenos municipales a funcionarios para que integren una lista y se presenten a elecciones generales, negando esta posibilidad a los vecinos que realmente lo necesitaban. Y este “ladrón”, sin lugar a dudas, piensa que “son todos de su condición”, es decir que, todo aquel que entregue terrenos debe hacer lo que él mismo hizo en su momento.
En la muy corta gestión de Pablo Grasso, aparte de las muchísimas obras que se realizaron, se entregaron igualmente terrenos a los vecinos, pero con una gran diferencia, todos los medios de comunicación publicaron esta actividad, se publicaron en las redes sociales, se propalaron por las radios locales, se hicieron actos públicos para la entrega, se invitó a la población a participar, todo con la finalidad de no caer en el secreto como lo hiciera Giubetich. Claro que puede haber algún vecino que no merecía un terreno, ya que fueron muchas horas de trabajo y preocupación constante y siempre puede haber un error, ya que aquel que le quiere encontrar el pelo al huevo seguro lo va a encontrar.
Sin lugar a dudas que el pensar que “son todos de su condición” fue el motivo principal y fundamental para que el actual intendente proceda a la creación de una comisión investigadora para el control de la entrega de terrenos del último tiempo, aunque creo que no va a abarcar el tiempo en el que él mismo fue el iniciador.
Me gustaría contarle a este mandatario que se equivoca, que no son todos de su condición, que no son todos iguales, que no piense que si él realizó una “agachada” todos la van a realizar, que hay gente gracias a dios, honesta, trabajadora, incansable pero por sobre todas las cosas preocupada por el bienestar general.
Este último párrafo deseo dedicarlo a los justicialistas, ya que el General Juan Domingo Perón se refirió a la creación de comisiones para investigar algún hecho, resultando ser uno de sus grandes concejos para la posteridad, y que los verdaderos justicialistas lo han convertido casi en un dogma.
Hasta otra oportunidad mis queridos lectores.

Miércoles, 17 de febrero de 2016