El director del Hospital Distrital, Jorge Cabrera, contradijo parcialmente la denuncia de dirigentes de ATE que señalaron que el nosocomio tenía graves falencias en el sistema de calefacción, lo que motivó que se suspendiera la atención de pacientes.

En diálogo telefónico con Diario Patagónico, Cabrera aseguró que el nosocomio no mantiene sus puertas cerradas ya que sectores como guardia, consultorios externos, pediatría y ginecología, entre otros, atienden con total normalidad.
Asimismo, sostuvo que ningún paciente debió llevar caloventores ya que el mismo hospital aportó varios de esos aparatos para algunos sectores de internación.
Aclaró además que el quirófano no funciona desde hace diez días, pero que ello se debe a tareas de reparación de equipos y que en relación al problema de la caldera “el martes se realizó un acta de cese de actividades para algunos sectores que no contaban con calefacción, pero eran mínimos”.
Contradiciendo los dichos de la secretaria general de la seccional ATE Pico Truncado, Alba Curaqueo, el médico agregó que no se recibieron reclamos de ningún trabajador hospitalario por el frío, aunque igualmente “desde la Dirección elaboramos una nota dando cuenta de la problemática en las calderas”.
Finalmente, hizo saber que estaba previsto que en la jornada de ayer se hicieran presentes en el nosocomio miembros de la Delegación de Trabajo para realizar la inspección correspondiente.

“CABRERA NO SABE”
Por su parte, Curaqueo mantuvo sus declaraciones iniciales y manifestó a este medio que “los empleados del hospital debían asistir a trabajar con bufandas, guantes, gorros y camperas debido a las bajísimas temperaturas que debían afrontar en el interior del edificio”.
Además aclaró que “el martes gran cantidad de sectores permanecieron sin atender a los pacientes por esta problemática por una decisión de la Secretaría de Trabajo, pero eso es algo que Cabrera no sabe porque
recién hoy (por ayer) se reincorporó a su puesto de trabajo”.
La dirigente gremial también ratificó que “los familiares de los pacientes que se hallaban internados debieron traer artefactos eléctricos para calefaccionarlos, ya que se habían registrado intensas nevadas y el frío que se sentía era muy crudo”.
Precisó que ello ocurrió el martes último y para corroborar sus dichos reveló que al día siguiente las autoridades hospitalarias tuvieron que aportar 40 caloventores para diversas áreas. (El patagónico)

Viernes, 1 de agosto de 2014