El tribunal del juicio de Comodoro Rivadavia, condenó a Daniel Alberto Almonacid por robo agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravada contra un empleado de la fuerza policial. Es por el robo ocurrido el 29 de julio del 2013, donde el cabo Jorge Ríos fue baleado cuando intentó repeler un asalto.

Daniel Almonacid, junto a sus abogados defensores, escucha la pena que le impuso el tribunal.
Después que la semana pasada fuera encontrado penalmente responsable del delito que se le imputaba, ayer el tribunal conformado por los jueces Gladys Olavarría, José Rago y Miguel Caviglia condenó a 15 años de prisión a Daniel Alberto Almonacid, como culpable de “robo agravado por el uso de arma de fuego en carácter de atentado, en concurso real de tentativa de homicidio agravado por ser cometido contra un empleado de la fuerza policial”.
Tras los alegatos del fiscal Marcelo Crettón y el abogado querellante Daniel López, y los defensores Esteban Mantecón y Ricardo Amado, el tribunal tuvo en cuenta el empleo de arma de fuego y el daño causado frente a los padecimientos físicos y psíquicos que tuvo que soportar el policía Jorge Ríos, quien todavía continúa en proceso de recuperación ante las graves secuelas en su salud que le dejó el ataque.
También evaluaron que mientras la condena quede firme, Almonacid deberá permanecer en prisión preventiva por riesgo de fuga. Así, deberá hacer frente a una condena en primera instancia de 15 años de prisión, accesorias legales y costas del procesos. Mientras, el 19 de agosto se leerán los fundamentos de la sentencia.

UNA PESADILLA QUE NO TERMINA
“Estoy conforme por el veredicto que se dio, aunque fue muy poco lo que se dio, estoy conforme con la condena” dijo Ríos al término del juicio de cesura.
“Para mí era un deber estar, además de mostrar todo lo que pasó tenía que cumplir con estar presente. Ahora vamos a ver cómo seguimos recuperándonos. Falta mucho, estoy recuperándome” dijo el policía muy emocionado y acompañado de sus familiares como del jefe de Policía, Luis Buttazzi, y del ministro de Seguridad y Justicia, José Glinski.
“Quiero agradecerle a mis compañeros por todo lo que hicieron en su momento de corazón”, dijo Ríos y rompió en llanto. El otro que no aguantó la emoción fue su hermano, el oficial Marcos Ríos.
“Fue un año muy feo para mí y para mí familia, nunca pensé que iba a pasar por esto, estar con mi hermano, ver lo que vi, escucharlo gritar de los dolores y no poder hacer nada, tanto sufrimiento operaciones, mi hermano tuvo tres paros cardíacos, falleció y vivió de vuelta.
Necesitamos terminar esta pesadilla, sea cual sea el resultado terminemos esto y reiniciar la vida, plantearse dónde irse a vivir, no tiene vivienda propia, está viviendo en lo de su cuñado de prestado. Los jefes le iban solucionar la vivienda. Hoy con la sentencia firme, que la verdad me sorprendió, estoy muy orgulloso del dictamen” dijo el hermano del policía herido.
“Cuando estaba internado le decía que nosotros somos Ríos y nadie nos voltea. Y salió adelante. Estamos felices y contentos” dijo el oficial.

“NO PUEDO VIVIR EN COMODORO”
Mientras, Jessica Alarcón, la esposa del policía, reconoció que tiene miedo de vivir en Comodoro Rivadavia en donde están los familiares del condenado.
“Hoy en día lo tengo, creo mucho en Dios, creo que siempre estuvo con nosotros. Para mí es todo, es un héroe, él no se la cree todavía. Es un ejemplo de lucha y de vida. Pasamos un año muy difícil, la seguimos peleando porque en octubre tenemos que volver (a Buenos Aires para una nueva cirugía). El tiene el 20 por ciento del estómago, baja de peso y nos complica el resto. Es muy difícil y seguimos la lucha. Hoy por hoy en Comodoro no puedo vivir, es difícil, mi familia la amo, pero no puedo vivir porque no estaría segura, porque tengo miedo, es muy difícil dejar la ciudad en donde nací, pero si planeamos un futuro no sería acá. Le digo al que esté en terapia que la luche que se puede, se lucha y se puede”, señaló. (EL Patagónico)

Sábado, 9 de agosto de 2014