En las primeras horas de la tarde de ayer en la Terminal de Omnibus, cuando una mujer intentaba llevarse a su hijo sin el consentimiento del padre. Una oficial de policía que intentó interceder fue agredida físicamente por la ex pareja de la joven y otro familiar del mismo se tiró debajo de las ruedas del colectivo para evitar que partiera.

El incidente se registró a las 13:30, luego de que una joven identificada como Celeste Sastre, de 26 años, acudiera junto con su actual pareja, Jonathan Cid (25) y un pequeño de 4 años a la boletería de la agencia de venta de pasajes Andesmar para comprar tres boletos de ida a Río Grande.
La tía del pequeño y hermana de Sergio Orellana (29), padre biológico del niño, fue quien coincidentemente debió venderle los pasajes a la mujer que tenía planeado irse a vivir a Tierra del Fuego, de donde es oriunda, sin el consentimiento de Orellana.
Inmediatamente, la empleada de la boletería avisó a su hermano y a su madre, quienes llegaron en contados minutos a la terminal, acompañados por otros familiares, para impedir que Sastre se llevara al niño.
Testigos ocasionales del hecho contaron a Diario Patagónico que el padre del niño llegó fuera de sí y en medio de esa situación habría tomado de los pelos a una brigada (policía femenina) que intentó controlarlo.
Asimismo un tío del niño, sin medir consecuencias, se arrojó debajo de las ruedas del micro (al que ya habían subido Cid, Sastre y el pequeño) para que no pudiera partir, aunque afortunadamente fue desalojado a tiempo por los uniformados.
La abuela paterna del pequeño contó que “no es la primera vez que la madre intenta llevarse al niño, ya que en al menos dos oportunidades se fue a vivir a Río Gallegos, pero al poco tiempo volvió porque no podía sola con su hijo”.
También reveló que ella pudo comunicarse telefónicamente con Sastre, quien reconoció que se iría a vivir a Río Grande “para buscar nuevos horizontes y que tenía pensado contarme recién cuando llegue a esa ciudad para que no suframos, y me pidió que oremos por ella”.
Todo ello ocurrió en la dársena de la terminal, ante los ojos de decenas de curiosos donde se produjo un importante despliegue policial, con más de tres patrulleros y al menos 20 efectivos policiales que detuvieron a Orellana.
Minutos más tarde, los pasajeros pidieron a las autoridades que hicieran descender tanto a Cid como a Sastre, manifestando que querían viajar tranquilos ya que los gritos de la pareja que estaba a bordo eran sumamente molestos.
Finalmente, por disposición del propio jefe de la Unidad Regional Zona Norte, comisario mayor Dante Abboud, la mujer, su actual y su ex pareja fueron trasladados a la Seccional Cuarta de Policía que se encuentra a pocas cuadras de la terminal, hasta tanto la Justicia aclarara la confusa situación legal. (El patagónico)

Miércoles, 13 de agosto de 2014