La búsqueda para una solución definitiva a los desechos provenientes de la industria pesquera es de larga data, aunque se incrementó a principios de este año cuando se originaron varias reuniones entre los ejecutivos y responsables de las carteras ambientales de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly para poder avanzar en el saneamiento del basural que compromete ambientalmente a toda la zona.

Cada pesquera deberá contar con un plan de gestión para sus residuos.
En ese marco se hicieron públicos los cuestionamientos al procesamiento que deben tener los residuos pesqueros que se desechaban en el basural, por tratarse de los de mayor impacto por la emisión de olores. Y más allá de algunas soluciones circunstanciales como la instalación de un sistema de cavas y el tratamiento con cal que había dispuesto la comuna, se comprometió a avanzar con un planteo definitivo que llega para ser implementado en la antesala de la temporada estival, cuando por cuestiones lógicas más visible se torna tal contaminación.
Así lo dispuso el Poder Ejecutivo de Comodoro Rivadavia mediante resolución N° 1.785, que establece que las industrias pesqueras radicadas en la ciudad y en el puerto local deberán presentar un plan de gestión de sus residuos a partir de la fecha de promulgación de la mencionada resolución, que lleva fecha del 29 de julio.
Tal plan será de vital implementación para cada industria, dado que a partir del 1 de noviembre quedará prohibido disponer residuos de pescados y mariscos en las escombreras municipales.
La medida tiene correlato en la próxima puesta en marcha de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, que implica necesariamente un saneamiento del actual vertedero y escombrera municipal del barrio Industrial, existiendo además la imposibilidad física de disponer este tipo de residuos en otro sector.
La misma resolución marco destaca en sus fundamentos que si bien no es facultad del municipio regular la actividad, históricamente y por una cuestión de cercanía se vio obligada a afrontar los inconvenientes y costos de la disposición final de los residuos de pescados y mariscos que se generan, por la carencia de una tecnología de tratamiento adecuada y ambientalmente aceptable.

UN TEMA DE SALUD
Como se mencionó, la preocupación por este tema ameritó varias rees de trabajo a principios de este año, donde desde la misma industria pudo saberse que si bien parte de estos residuos eran enviados a una planta de harina de pescado en San Antonio Oeste, alrededor del 50% de este tipo de desechos quedan en el ejido.
Para ello, desde la Secretaría de Ambiente se había dispuesto un tratamiento en las plantas industriales para lograr la detoxificación y desodorización de los residuos, aunque hasta la fecha la única forma de disposición final continúa siendo la del enterramiento en cavas, un método admitido como “no lo suficientemente efectivo”, y de allí que deba ser el propio efector quien proponga ahora su plan. (El Patagonico)

Lunes, 18 de agosto de 2014