Gisselle falleció cuando daba a luz a su hijo, en la sala de parto del Hospital Regional de Río Gallegos, María -su madre-, habló con TNRG y pide justicia ya que asegura que a su hija: “La mataron, tenía toda una vida por delante, dejaron a dos criaturas sin madre”, expresó.

Gisselle vivió nueve meses de embarazo sin ninguna complicación, como toda madre esperaba la llegada de su bebé con ansias, sentía su corazón cada vez que se hacía una ecografía, sus movimientos a diario, e incluso imaginaba su carita, preguntándose ¿Cómo será?

Pero ese anhelo se vio truncado cuando la madrugada del 23 de enero, llegó con contracciones a la Guardia del Hospital Regional, e ingresó a la sala de parto.

Mientras Gisselle aguardaba la llegada de su pequeño, acostada en una cama, con una bata blanca y un gorro del mismo color, pidió que le tomarán una foto, imagen que le envió a su mamá, quien esperaba en Mendoza que le avisaran que su nieto había nacido, sin pensar que esa no sería la noticia, y que esa imagen que recibió, sería la última foto que iba a ver de su hija, y que a partir de ese día guardaría para siempre.

El trabajo de parto se complicó, la esperanza de Gisselle de tener un parto natural se derrumbó, y sin avisarle a su pareja que esperaba ansioso la llegada de su hijo, los médicos programaron de urgencia una cesárea. Cerca de las 07 de la mañana, Thiago llegaba al mundo, sin poder rozar los brazos de su madre, porque el corazón de Gisselle dejó de latir. Fue en ese horario, que la puerta de la sala de parto se abrió, y los médicos le avisaron a su pareja, un joven de 21 años, que su mujer había muerto.

“Él todavía no cae”, contó a TNRG la hermana del joven y cuñada de Gisselle, aún conmovida por lo sucedido. La joven narró que Gisselle estaba “re bien”, recordó que el día anterior: “Estuvo lavando ropa, solo tenía las molestias propias de un embarazo”, aseguró.

Este portal también habló con María, madre de Gisselle, quien viajó desde Mendoza para saber qué pasó con su hija, apenas llegó fue a la Morgue Judicial, donde le dijeron que no la podía ver: “No la puede ver porque esta hedionda, eso me dijeron”, contó entre lágrimas.

Cuando María estaba por viajar a Río Gallegos, la llamaron para avisarle que un juez había dado la orden de que se le practique la necropsia al cuerpo: “Ni siquiera me esperaron, cuando llegue a la Morgue no me dejaron entrar, según el encargado no la podía ver porque estaba hidionda, que mi hija se estaba pudriendo”. María le manifestó al encargado que solo quería ver el cuerpo de su hija, pero el hombre que la atendió le dijo que no podía porque: “Era una orden del juez, y que debía esperar el sepelio para verla”.

“Una bolsa en la cabeza”

“Tenía una bolsa en la cabeza, estaba envuelta en una sábana, machucada, no tenía ningún órgano”, contó María, conmovida al recordar esa imagen, y se pregunta ¿Por qué tenía una bolsa?, agregando que sintió un dolor muy grande: “Estos hdp... trataron a mi hija como si fuera un perro. Les dije que le sacaran la bolsa, y me contestaron no, porque estaba hidionda”.

Siguió narrando que Gisselle tenía su cabeza: “Toda cocida, me mataron a mi hija, me la mataron, porque si ella hubiera tenido un accidente o una enfermedad yo lo entendería, pero ella estaba bien”.

Recordó que la madrugada del miércoles 23 de enero, Gisselle entró a la guardia a las 03:00 horas, caminando, con su pancita y en compañía de su pareja: “Pero cuando entró a la sala de parto hicieron lo que tenían que hacer, ella perdió el líquido amniótico, el bebé se estaba poniendo morado, por eso le hicieron cesárea de urgencia”, asegurando que en ningún momento le avisaron a su marido: “Lo que iban hacer, a mi hija la hicieron dormir completa, mi hija era sana, no tenía problemas del corazón, no tenía nada, tenía 20 años, toda una vida por delante, dejaron a dos criaturas sin madre”. Gisselle además de Thiago, el bebé que dio a la luz, tenía una pequeña de cinco años.

María no entiende por qué no dejaron ingresar a la pareja de su hija, y recordó que momentos antes de dar a la luz: “Ella me llamó, me dijo que ya estaba internada, porque iba a nacer su bebé, le dije que bueno hija, voy a rezar para que todo salga bien, cuídate mucho”, esas fueron las últimas palabras que María le expresó a Gigi, como le decía ella.

María solo quiere que se haga justicia, y que se sepa qué hicieron las cinco personas que asistieron a su hija: “No le estoy echando la culpa a todos, solo a las personas que estuvieron con mi hija”, expresando: “Tengo bronca, mucho dolor, porque nadie sabe lo que yo siento, quiero saber qué pasó, no quiero que a nadie más le pase lo que le pasó a mi hija, no quiero eso”, finalizó.

Sábado, 2 de febrero de 2019