Poco más de medio centenar de familiares y amigos de Ramón Bazán, el trabajador municipal de 42 años que fue asesinado de una puñalada, protagonizaron ayer al mediodía una marcha por las calles céntricas de Caleta Olivia. Fue para repudiar un fallo del juez de Recursos, Miguel Meyer, quien le otorgó la libertad al sospechoso del homicidio.

A principios de semana, Meyer liberó al presunto autor, Daniel Robledo -de 27 años- tras cambiar la carátula de la causa que el Juzgado de Instrucción N° 2 había calificado como “homicidio simple” a “homicidio en exceso de legítima defensa”.

A media mañana del 27 de julio de este año, Bazán, quien se desempeñaba como soldador, llegó con una gravísima herida en su pecho al Hospital Zonal. Lo hizo conduciendo su propio auto y caminó en dirección a la guardia de emergencias, pero se desvaneció pocos metros antes.

Había perdido abundante sangre y si bien los médicos lo asistieron de inmediato. Dejó de existir pocas horas después como consecuencia de la puñalada que recibió en el pecho y que le afectó órganos vitales.

Las investigaciones policiales pudieron determinar más tarde que había estado en la casa de una mujer con la que había comenzado a tener relación y tras una fuerte discusión intercedió un amigo de esta que se encontraba en ese lugar.

El sospechoso Daniel Robledo no se presentó espontáneamente sino que fue el juez de instrucción Gabriel Contreras quien libró la orden detención varios días después y al ser indagado, según fuentes judiciales, confesó que apuñaló a Bazán porque este había agredido a la mujer.

Contreras le dictó el procesamiento, le denegó la excarcelación y le imputó el delito de “homicidio simple” que, de acuerdo al Código Penal, estipula una pena máxima de 25 años de prisión.

El presunto homicida, a través de un abogado defensor particular, apeló la medida ante el Juzgado de Recursos y su titular, Miguel Meyer, cambió el rótulo de la causa al considerar que Robledo había actuado “en exceso de legítima defensa” y para ese caso el Código Penal contempla una pena de 1 a 5 años de prisión. Además permite que el imputado pueda llegar al juicio en libertad.

INDIGNADOS

Los familiares de la víctima y sus amigos, muchos de ellos relacionados con el club de fútbol barrial Deportivo PV, al cual pertenecía Daniel Bazán se mostraron ayer indignados con las resolución del juez de Recursos porque ellos esperaban que el presunto homicida continuara preso hasta el día del juicio a partir de pruebas que había colectado el juez de Instrucción Gabriel Contreras.

Las críticas más fuertes ante medios periodísticos, fueron formuladas por Miguel Bazán y Eduardo Varela, hermano y tío –respectivamente- del trabajador municipal.

El último de los nombrados llegó a decir: “el asesino tendría que pudrirse en la cárcel y el juez que soltó se tiene que ir, tiene que renunciar. Habría que poner su foto y la del asesino en plazoleta del Gorosito para que la gente sepa quiénes son”.

La marcha de pedido de justicia llegó hasta el edificio de la Cámara Civil donde funciona el Juzgado de Recursos, en tanto que Miguel Bazán resaltó la labor que le cupo al juez de Instrucción Contreras, pero lamentó que Meyer haya recaratulado la causa. (Fuente: El Patagónico)

Lunes, 4 de noviembre de 2019