Rio Gallegos - Santa Cruz. 18 de Mayo del 2024
CASO MAILLO

“María estaba como fría, no sé si no caía que falleció Vicente”

Entre los numerosos testigos citados por las partes en el debate oral, que ya cumplió la primera de las dos semanas previstas, por el crimen de Vicente Maillo, se encontraba una empleada que prestó declaración de manera telefónica, solicitado por la fiscalía. Asimismo, previamente desde la defensa solicitaron se remita la declaración de una testigo anterior, ante la posibilidad de falso testimonio.



Desde el lunes pasado, se lleva adelante el proceso legal que tiene como imputados a José Maillo, Luis Maillo, Susana Reyna y Cristián Echebarne, siendo los patrocinantes, de los tres primeros, los doctores Carlos Telleldin y Sabryna Mansilla y por el Echebarne, Dr. Víctor Robles.
Por otro lado, el fiscal de Cámara, Dr. Iván Saldivia, es asistido por Analía Molina y la Dra. Erica Schupbach, presente en la sala, en representación de las hermanas de Vicente Maillo como querellante.
El pedido de la defensa al Tribunal fue que se extraiga copia certificada de la declaración testimonial de Patricia Almonacid, y que se extraiga copia certificada, del informe de llamadas entrantes y salientes, de Casa Maillo, del día 16 de Noviembre, “debido a que hay contradicciones en lo que manifestó la testigo, y el registro telefónico. El cual voy a solicitar se remitan al Juzgado de Instrucción de Turno, en virtud de esta parte considerar, que estamos ante la comisión del delito de falso testimonio, art.275 del CP”, sostuvo la Dra. Mansilla.
Propuesta por fiscalía, en la seguidilla de testigos, fue el turno de Claudia Monzón, empleada de la Peluquería Reyna quien también conocía a los hijos Maillo, así como a la Dra. Érica. La mujer señaló que en el 2017, trabajaba en la peluquería en la franja horaria comprendida entre las 10.00 a 20.00 horas, y sabía de la presencia de las cámaras de seguridad: “Suponíamos que funcionaban, no sé. No teníamos un proyector o algo que diga que funcionaban o grababan. La única que tenía acceso era Susana, y la controlaba por su celular”.
Como ya se señaló con anterioridad y es de público conocimiento, en el departamento lindero a la peluquería, “vivía María y allí la visitaba su hija Susana y sus nietos, y a veces por ahí, la nuera de Susana”, añadiendo que eran habituales las visitas”, salvo uno de ellos que sólo cuando se encontraba en la ciudad, la visitaba: “porque no vivía acá, Luiggi”.
Fue esta ex empleada quien confirmó la presencia de Luis Maillo en la capital santacruceña: “lo vi saliendo de lo de su abuela”. Recordó, en los días previos al crimen, haber visto ingresar “a sus hijos y a Susana a la casa de la abuela”.
Parte de la estrategia de la defensa fue el análisis detallado de los ingresos a la casa de María del Carmen Espiritoso, abuela de los chicos Maillo, confirmando con esta testigo, que había dos posibilidades, “una salida independiente y por la peluquería”, pero usualmente ingresaban “casi siempre por la peluquería”. Admitiendo que particularmente “por esos días, lo hacían por los dos accesos. Pero mucho más, por el lado de afuera”.
Monzón dijo en el debate, de manera telefónica, que intentó sondear a Susana, el motivo del regreso de su hijo Luis a Gallegos: “pero no me quiso contar”. Por otra parte, aseguró que los días previos –a la muerte de Vicente- se reunían los cuatro en ese departamento.
FALLECIÓ EL MARIDO DE SUSANA
Al ser consultada por la Dra. Schupbach, quien integra la querella, cómo tomó conocimiento de la muerte de Vicente, Monzón indicó: “Me llamó Silvia, la que era la encargada de la peluquería, y me contó que falleció el marido de Susana. Bueno, le pregunto qué pasó, y me dice que le entraron a robar”.
Alrededor de las 11.00 horas, de ese trágico día, se acercó a su lugar de trabajo y se encontró con Susana, añadiendo que también “estaba Silvia, Paola, después un empleado de Susana también, es decir los empleados de Doña Ana y de la peluquería”.
“A Susana la noté rara, no parecía que estuviese tan dolida por la muerte de su marido”, manifestó al tribunal, en tanto que María Espiritoso: “también, un poco fría. Con ella estuvimos, la acompañamos hasta su casa, un ratito, antes de ir al cementerio. Fue Susana la que nos invitó”, de paso acompañaban a su mamá.
“María estaba como fría, no sé si no caía que falleció Vicente, pero es como que nos empezó a hablar de cosas de la herencia, o de los dólares y no sé qué”, sentenció y opinó: “Como que para mí, no venía al caso”. Finalmente, la madre de Susana se quedó en su casa, no fue al cementerio.
Entre las inquietudes de María estaban el ¿qué iban a hacer?, luego de la desaparición física de Vicente. Pero, también –según lo declarado por Monzón- la abuela no dudó en buscar rápidamente un causante del deceso, y señaló a los trabajadores: “Cómo que les echaba la culpa a los empleados”, aludiendo que quizás “se habrán ido de boca, por eso entraron a robar, porque sabían que él –Vicente- tenía dólares”, y es que iban a viajar la familia y sus empleados. Según los dichos de esta testigo, el reproche en voz alta no se hizo esperar: “siempre Vicente y los empleados de Doña Ana…, decía que culpa de eso, pasó el robo”. Luego, prosiguió, haciendo referencia a más dichos de Espiritoso: “dijo como que los hijos van a heredar todo”.
Lógicamente, el contragolpe de la defensa no se hizo esperar, y de la mano de la Dra. Mansilla se ventiló en el debate que Monzón, en la actualidad mantiene un juicio en contra de Susana Reyna, y es representada por el Dr. Saldivia.


Domingo, 14 de marzo de 2021


 
 


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