Mano a mano con Nicolás Kruger, uno de los empleados que fueron reincorporados. Cuenta por qué quisieron echarlos. Sobreprecios y compras sospechosas.

-¿Por qué te echaron?

-Por una firma. Hice un presupuesto para darle servicios a los terrenos del plan “Tierras para todos” por siete millones de pesos y me lo devolvieron desde la municipalidad con un valor de 47 millones de pesos. No iba a firmar eso. A fin de año cumplo 32 años en la Cooperativa y jamás firmé un sobreprecio.

-¿Y el incidente con el corte en Playa Unión del 8 de agosto?

-No tiene nada que ver. Conmigo estaban empecinados. Porque también denuncié que hay un transformador tirado, comprado a través de la empresa Monteverde que no sirve para nada. Lo mandaron hasta sin tuercas. Y con ese transformador funcionando solucionaríamos varios problemas.

-La gente los responsabiliza de los cortes de energía que hubo durante el conflicto…

-Eso es una barbaridad. Usando el sentido común hay que pensar que todos los que trabajamos en la cooperativa vivimos en Rawson. Y también viven nuestras familias, vecinos, amigos. ¿Cómo vamos a perjudicarlos? Además los que dicen eso no saben de lo que están hablando. Nosotros queremos a nuestra institución y jamás la sabotearíamos.

Hombre clave

Nicolás Kruger es el jefe del servicio eléctrico de la Cooperativa de Servicios Públicos de Rawson. Y un trabajador clave en el conflicto que se solucionó el jueves por la noche, que conmocionó a un Rawson que parece encaminarse a un “todos contra todos”. Afortunadamente hubo acuerdo pero tanto Kruger como sus otros tres compañeros que habían sido despedidos se mantienen firmes en sus apreciaciones. Kruger va a cumplir 32 años en la institución y llegó a jefe de servicio por una larga e intachable carrera. Además, dentro de un año puede jubilarse. Junto a Kruger también habían recibido el telegrama de despido Alejandro Debastiani, Emanuel Montagnoli y Dardo Price. Todo por un confuso hecho ocurrido en Playa Unión por un corte de energía ocurrido el 8 de agosto pasado.

-Lo que hicieron fue una barbaridad y casi le cuesta la vida a nuestro compañero Alejandro Debastiani que recibió una descarga que pudo ser fatal. Fue mientras trataba de verificar el desperfecto en el internado y mientras algunos consejeros metían mano en donde no tenían que meterla. No voy a abundar en cuestiones técnicas porque tal vez la gente no entienda mucho. Sólo te digo una cosa: ni siquiera uno de nosotros puede tocar la red estando de franco. Imaginate si pretenden hacerlo quienes no forman parte de este servicio. Una locura. Y encima nos echan.

Sentimiento

-¿Cómo te tomó el despido?

-Yo nunca me sentí despedido. No hice nada para que me echaran. A mí me echaron porque no quise firmar algo con lo que no estaba de acuerdo. Pero digo que me sentí muy mal, bajé cinco kilos de peso. Con mis compañeros vivíamos en la incertidumbre. Pero teníamos en claro que los despidos eran injustos. Acá hubo “manos negras”, esto lo sabe todo el mundo. Y la verdad yo no se qué va a pasar de aquí en adelante. Tal vez un día me echen de nuevo porque a alguien no le gustó como estornudé.

-Pero tienen un gran respaldo del gremio…

-Sí, es verdad. Eso fue clave. Pero también fue clave la unión de todos los trabajadores de la Cooperativa. Y el respaldo que me dieron a mií personalmente. Yo se los agradezco, sobre todo a estos muchachos (por los otros tres despedidos) que me bancaron a muerte. Mirá, nosotros tenemos un slogan en este trabajo que es de alto riesgo: “Lo mejor que te puede pasar es tener un buen compañero”. Muchas veces estás arriba de los postes de luz o te metés en las cuevas de los transformadores y no sabés si vas a salir con vida. Por eso, siempre vamos de a dos. Al menos habrá uno que saque al otro.

-¿Te cruzaste alguna vez con los consejeros que te echaron y que dijeron que “el despido era justo”?

-Me crucé. Pero me esquivaron. Lo que tiene que quedar en claro es que los consejos de administración pasan. Pero la institución queda y los trabajadores también. Son el sostén. Aunque a través de algunas campañas mediáticas que no salieron de acá intentaron desprestigiarnos.

-¿Y ahora qué se viene?

-La verdad, no sabemos. Aquí hubo gente de la Municipalidad que intervino de manera directa en el conflicto para demonizarnos. Aunque después y de golpe, cambiaron el discurso. Pasamos de ser diablos a ser ángeles. Y a eso le tenemos desconfianza. Nosotros vinimos a nuestros puestos de trabajos durante los 40 días que duró el conflicto. Aún después de recibir los telegramas. Porque ya dije: nunca nos sentimos fuera de la institución. Además te juro que a mi de acá me únicamente me sacan con los pies para adelante ¿se entiende?

Futuro difícil

-¿Y el futuro de la Cooperativa?

-Es muy difícil. Vamos a tener problemas en el verano. Porque es verdad aquello de que a Rawson “no le dan ni un clavo”. No hay capacidad para que trabajen las pesqueras. Ni tampoco para soportar el aluvión de gente que se viene en el verano. El sistema está colapsado porque no se invirtió como se correspondía. Y cuando lo hicieron, le compraron a la empresa Monteverde un transformador que no funciona. Yo lo denuncié y así lo pagué.

Además todos saben el problema de salinidad que hay en Playa Unión. Lo sufren las viviendas, los autos. Y también el sistema eléctrico. ¿Cómo van a decir que cortamos la energía por el conflicto? Una barbaridad. Hay muchos antecedentes de cómo defendimos a esta empresa que también es de nosotros. Somos vecinos de Rawson.

-¿Entonces tu despido tuvo otras motivaciones?

-Querían tapar los que descubrimos de la obra de la ruta 7 con el tema del transformador. Y también querían hacerme firmar un presupuesto de locos. No lo hice. Y nunca lo haría.

Sin silencios

Los trabajadores despedidos junto a Kruger, presentes en la charla con Jornada, no se quedaron callados durante la entrevista. Aportaron su verdad. Son todos jóvenes de familias muy conocidas en Rawson y que llevan también una carrera intachable en la Cooperativa. Estaban firmes, convencidos que habían hecho lo correcto. Y que lo del 8 de agosto, hecho que desató todo el conflicto, le pudo costar la vida a uno de ellos. Lo contaron con lujo de detalles. Algunos, muy técnicos. Pero también dijeron que aplicaron la lógica: lo primero fue atender el corte en el internado. En el medio tropezaron con que el problema podría afectar los intereses de uno de los consejeros, propietario de un hotel en Playa Unión. Hicieron la denuncia en la comisaría. Dejaron en claro lo que pasó. Igual los echaron. En el final de la charla le dijeron a Jornada:

-Acá no hay vueltas. O los cuatro adentro o los cuatro afuera…
tag Cooperativa Eléctrica firmar jefe del servicio eléctrico. (Jornada)

Lunes, 6 de octubre de 2014