Minutos después de las 17 de ayer quedó liberada al tránsito la ruta Nacional 3 en el acceso norte de esta ciudad, luego de que un grupo de trabajadores municipales la mantuvieran bloqueada por casi 30 horas por el recorte de sueldos que se impuso a quienes se habían plegado a un paro de actividades.

Media hora antes de que se levantara el corte, en uno de los salones del Hotel Robert el intendente José Córdoba y el secretario general del SOEMCO, Julián Carrizo, firmaron un acta-acuerdo mediante la cual el gremio se comprometía a levantar lo que denominó “asamblea permanente” sobre la ruta.

A su vez, el Ejecutivo municipal prometió restituir el lunes los descuentos que hizo en la liquidación de haberes a unos 395 trabajadores por haberse plegado al paro (además de a otros 11 por error administrativo) que estalló por discrepancias en la contratación de un nuevo servicio de Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART).

El conflicto y corte de la ruta se destrabó pocas horas después de que intercediera como mediador el diputado provincial Rubén Contreras y en las negociaciones también quedó de manifiesto que el mismo lunes el gremio realizará una asamblea general de afiliados para tratar la suspensión de la medida de fuerza y el avance en las conversaciones por el tema de la ART.

UNA TENSA ESPERA
Durante toda la jornada de ayer volvieron a vivirse situaciones de extrema tensión, por las discusiones que mantuvieron camioneros, choferes de colectivos, pasajeros y automovilistas con los manifestantes que no superaban las cien personas.

Es que tras librar el paso cada dos horas durante la madrugada, a partir de las 7 decidieron bloquear la ruta por tiempo indefinido, agotando la paciencia de la gente que imperiosamente necesitaba continuar su camino hasta que finalmente, alrededor de las 13, se abrió una instancia de diálogo con funcionarios públicos y se liberó parcialmente la circulación vehicular.

Antes de ello, numerosos conductores intentaron dialogar con los manifestantes quienes se mantenían firmes en su postura y solo autorizaban el paso de personas con certificados médicos.

Un hombre de alrededor de 50 años de edad que no poseía certificado médico debió levantarse la remera para mostrar la cicatriz de una operación que le habían realizado hacía pocos días y que debía curarse en Comodoro Rivadavia, para que lo dejaran continuar viaje.

Por otra parte, un empleado de la empresa comodorense “Air Liquid” que debía ingresar a Caleta para proveer tubos de oxígeno líquido a dos niños, debió llamar a la policía para ser escoltado por un patrullero.

En tanto, cientos de pasajeros de micros de media y larga distancia debieron realizar transbordos, cruzando el piquete con sus valijas a cuestas.

“ES UN PARO POLITICO”
Por su parte, en declaraciones a la FM “Hora Prima” el secretario de Gobierno del municipio, Osvaldo Cabrera, se refirió al conflicto y dijo que en primera instancia tendría que actuar la Justicia porque se están infringiendo leyes nacionales con el corte de la Ruta Nº 3.

Al mismo tiempo aclaró que esta problemática situación podría haberse solucionado mucho antes si se hubiera emitido la conciliación obligatoria por parte de organismos laborales, dado que el Departamento Ejecutivo había presentado toda la documentación que le fuera requerida.

Asimismo, informó de una reunión que tuvo lugar en la noche del jueves en la Unidad Regional Zona Norte de Policía de la cual participó en representación del Ejecutivo, junto al secretario general del SOEMCO, Julián Carrizo, y los delegados de los trabajadores, Cristian Bazán y José Avellaneda.

En ese encuentro se planteó la posibilidad de levantar el paro por el término de 20 días, en cuyo lapso se continuaría con las negociaciones y se procedería a la restitución del dinero que les fue descontado a 395 trabajadores municipales.

Sin embargo, las negociaciones fracasaron por la “intransigencia” de la dirigencia gremial, según señaló Cabrera.

Respecto de la incidencia que provocaba el conflicto en los sectores de trabajo de la comuna, señaló que “estamos observando que alrededor del 80% de los empleados están retornando a sus labores y reintegrándose al trabajo, lo cual nos parece lógico”.

Finalmente indicó que “el propio Julián Carrizo dijo que es un paro político y coincidentemente se da cuando falta tan poco para las elecciones en el sindicato y están pensando en el resultado de las urnas. Pareciera que quieren mostrar quién defiende más y mejor”.

Por su parte, Carrizo dijo poco antes del mediodía que “no hay voluntad del patrón (el intendente José Córdoba) y por eso vamos a permanecer acá hasta que el intendente no deponga la decisión”.

“Le pedimos públicamente al gobernador (Daniel Peralta) y al vicegobernador (Fernando Cotillo) que atiendan esta situación porque merecemos un poquito de atención. No somos golpistas ni mucho menos, pero parece que quien no se arrodilla ante él (por Córdoba) termina siendo un montón de cosas”, acotó.

“La misma autoridad que debe velar por los derechos de los trabajadores no nos puede intimar”, sostuvo el dirigente gremial, ante la posibilidad de que el Ministerio de Trabajo dictara de un momento al otro la conciliación obligatoria. (Patagónico)

Sábado, 8 de noviembre de 2014