A media tarde de ayer concluyó la autopsia que determinó que la docente murió por estrangulamiento y que además presentaba varios hematomas en la cabeza. El martes por la noche alrededor de 1.000 personas protagonizaron una multitudinaria marcha de silencio con antorchas por las calles céntricas de la ciudad.

Los forenses finalizaron su tarea al promediar las 14:00 y, si bien no se suministró información oficial, fuentes confiables confirmaron que Rita Inés Bejarano, de 48 años de edad, fue asesinada con alevosía.

Tal como lo había anticipado Diario Patagónico en su edición de ayer, el cuerpo no presentaba marcas de impacto de balas ni de heridas de arma blanca. Las mismas fuentes indicaron que la causa del deceso habría sido por estrangulamiento, pero además se le detectaron varios hematomas en la zona craneal.

Asimismo, se le habrían tomado numerosas muestras de uñas para ser analizadas y poder determinar si poseen el ADN de su asesino.

Por otra parte, se evaluaba la posibilidad de realizar una nueva y minuciosa inspección en la vivienda donde residía la víctima, aunque ello dependerá de la decisión que tome el Juzgado de Instrucción 2, a cargo de Jorge Alonso, quien interviene en la causa.

Cabe mencionar que los restos de Rita habían comenzado a ser velados en horas de la tarde en la Cochería San José y que hoy recibirán cristiana sepultura en el cementerio local.

MULTITUDINARIA MARCHA

A todo esto, en la noche del martes centenares de personas se hicieron presentes en la marcha de silencio y con antorchas que se realizó por las calles céntricas de la ciudad, exigiendo el esclarecimiento del crimen.

La misma estuvo encabezada por hijos y hermanos de Rita Bejarano, quienes fueron acompañados por vecinos, en su mayoría mujeres, concurriendo con velas protegidas por botellas plásticas recortadas.

Analía, una de sus hermanas, pidió entre sollozos “que Dios haga justicia por este crimen y por todos los que se han cometido; que ilumine a los jueces e investigadores y que se haga justicia de verdad”.

“Al asesino le digo que hable y que diga la verdad, que se ponga la mano en el corazón y que se haga cargo de lo que hizo”, imploró.

Asimismo, agradeció a toda la comunidad “por no habernos soltado la mano nunca” e invitó a participar a las 21 de hoy de una nueva marcha.

Cabe mencionar que de la misma también tomaron parte familiares de otras personas que fueron asesinadas o continúan desaparecidas, entre ellos Enriqueta Aguayo (madre de Raúl “Tigre” Cárdenas), Verónica Maza (hija de Nicolás Maza) y Claudia Sánchez (abuela de Cristian Muriano). (Patagónica)

Jueves, 13 de noviembre de 2014