Los celadores de la alcaidía policial lograron detectar una fuga masiva que se planificaba en el pabellón 3. Encontraron en una requisa seis plafones de luz destrozados y los boquetes tapados con papel “maché”.

Ayer a las 11:30 los celadores de la alcaidía policial de Comodoro Rivadavia descubrieron un intento de una fuga masivo en el pabellón 3. Los presos habían roto los plafones del alumbrado de seis celdas y trabajaban con mucho cuidado en la apertura de los conductos de calefacción para escapar.

Según informaron las fuentes consultadas por Diario Patagónico, los trabajos con mucha paciencia eran “tapados” por los reos con pasta y papel “maché” como en las películas. Venían desarrollando ese trabajo desde hace días.

La policía sospechaba que algo estaba ocurriendo porque la población carcelaria estaba “aplastada”. Es un término que se maneja en la prevención carcelaria, cuando los reos no reclaman, no piden nada y se muestran muy tranquilos. Eso, según los celadores, se debe a que están tramando algo.

De esa manera, el jefe de la alcaidía, Víctor Argentino Urrutia, le pidió a su personal que extremara las medidas de prevención. Y se comenzaron a realizar requisas más exhaustivas. “Destaco la colaboración y predisposición de todo el personal policial de la alcaidía para llevar a cabo las requisas”, dijo Urrutia.

Ese esfuerzo dio sus frutos ayer a la mañana al detectar entre posters, fotos y mantas, que se habían removido los plafones del alumbrado de las celdas y que ya tenían preparada la fuga en al menos seis calabozos del pabellón 3.

Los plafones estaban removidos y los conductos de calefacción eran “trabajados” con paciencia. La policía cree que todavía les faltaba desgastar más las paredes para que pudieran pasar los cuerpos de los reos y por eso la fuga se demoró.

“LA FAMILIA”

Ante el acercamiento de las fiestas de fin de año, los celadores saben que es un tiempo más sensible, más propenso a la búsqueda de la libertad. Por eso se trabajó más en la prevención.

En el pabellón 3 había hasta ayer dieciséis reos, entre ellos diez condenados, más procesados por la Justicia Penal y otros procesados por la Justicia Federal.

Entre los más conocidos públicamente se encuentran Oscar “el Padrino” Almonacid, detenido por una causa de drogas y su hijo Daniel Almonacid, condenado por la tentativa de homicidio del policía Jorge Ríos.

Otro alojado allí era Jonathan Díaz, el apodado “asaltante de las muletas” que ya en una oportunidad se había escapado por un plafón de iluminación.

Ayer todos los internos de dicho pabellón fueron reubicados para realizar estudios sobre los daños. Los trasladaron a las distintas comisarías de la ciudad hasta que se concreten las reparaciones necesarias. (Patagonico)

Miércoles, 19 de noviembre de 2014