Entró al hospital consciente, pese a las heridas y a la cantidad de sangre que había perdido. Le dijo a los médicos que su propio perro lo había atacado, pero que en realidad era un animal bueno, que algo inusual había pasado. Los médicos no pudieron salvarle el miembro superior. Se lo amputaron.

El hecho ocurrió el sábado en Neuquén cuando la víctima, un hombre de apellido Muñoz, estaba entrenando a su rottweiler y el animal enloqueció y comenzó a morderle el brazo.
Intentó zafar de la mordida, pero las mandíbulas se cerraron con una potencia de casi 450 kilos y apretaron cada vez más hasta que los huesos estallaron, la carne se desgarró y las arterias quedaron hechas hilachas.
Recién cuando el perro dio un respiro, su dueño logró incorporarse para pedir auxilio. Minutos después, una ambulancia del SIEN intentó hacerle las primeras curaciones, pero ante la gravedad de las heridas decidieron llevarlo al hospital Castro Rendón.
Quienes lo atendieron no podían creer la dimensión de las mordidas que el hombre tenía en su brazo. El miembro estaba literalmente triturado, sin posibilidades de recuperarlo.
Defensa
“Es un perro bueno”, dicen que repetía la víctima de 44 años ante la sorpresa de los médicos y enfermeros. Allí les contó que el accidente había ocurrido durante una sesión de entrenamiento que, aparentemente, estaba realizando en su domicilio del barrio Huiliches, en el oeste neuquino. El hombre, que sería empleado de comercio, quería adiestrar al rotweiller, pero en ese intento fue cuando el animal se volvió loco y lo atacó.
El brazo izquierdo fue el lugar donde sufrió las heridas más graves, pero en los miembros inferiores también tenía fuertes mordidas del animal, aunque no llegaron a lesionarle los huesos.
Dos cirujanos (vascular y traumatólogo) lo operaron, pero los esfuerzos fueron en vano.
Ante la evidencia de lo irrecuperable, los médicos decidieron amputarle el brazo a la altura de la axila.
El hombre permanece internado en el servicio de traumatología del Hospital Castro Rendón y se recupera favorablemente, pese al brutal ataque.
Según trascendió, el incidente con el perro no fue denunciado porque el animal es de su propiedad. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta qué hará con él cuando le den el alta.

El caso que hace 11 años conmovió a los neuquinos
NEUQUÉN
“Un ataque de estos perros te cambia la vida”, asegura Mónica Ocaña, que en septiembre de 2003 sufrió en carne propia la brutalidad de dos perros rottweilers con su hija que entonces tenía apenas 3 años.
El hecho ocurrió cuando Mónica y su nena habían llegado de visita a la casa de unos amigos que tenían dos perros de esa raza. En un momento dado, los animales atacaron a la pequeña causándole graves heridas. Nadie supo nunca por qué. El incidente tuvo una amplia repercusión mediática y causó conmoción en la opinión pública por la brutalidad del ataque.
“Fue un milagro que no muriera. Ella pesaba 27 kilos y los perros 48 y 54. La atacaron por el cuello porque es el lugar que los chicos tienen más expuesto por la altura. Es una situación de violencia irrefrenable porque son bestias que atacan y no paran”, recuerda a 11 años de aquel episodio.
Ocaña asegura se trató del único caso en el mundo en el que una criatura sobrevivió al ataque de dos rottweilers, aunque aquel episodio dejó secuelas profundas.
Su hija sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) porque las lesiones más importantes las tuvo en el paquete de arterias y venas que irrigan el cerebro. Afortunadamente, el tiempo y la rehabilitación permanente la ayudaron a salir adelante.
Luego del ataque, Ocaña presentó un proyecto de ordenanza para que se regule la tenencia de perros peligrosos, pero la iniciativa quedó en la nada. Los neuquinos siguen comprando este tipo de perros.
“La gente trata de aferrarse de una seguridad imaginaria teniendo estas bestias”, reflexiona.

“Me atacaron y aún tengo miedo”
Gustavo Franco
Periodista de LM Neuquén y víctima de un ataque de dos bóxers
La ciencia suele sostener que detrás de cada fobia hay un trauma, fundado este último en una experiencia de alto impacto. Es difícil buscar explicaciones cuando ocurre una situación traumática.
En lo personal, el ataque de dos perros (bóxers) –sostengo que la raza no importa– me provocaron heridas de extrema gravedad. Desde ese momento, el miedo a los perros –que nunca tuve– es inevitable. A partir de hechos traumáticos como estos, me gustaría señalar dos cuestiones. Por un lado, los perros atacan aún estando el dueño y, a diferencia de lo que se cree, no dejan de hacerlo por el solo hecho de que sus dueños, entrenadores o lo que sean, les den la orden. En mi caso, ni el dueño ni el resto de las personas que estaban en el lugar lo lograron, aún apelando a palazos, agua, patadas o gritos.
El otro aspecto es que cuando un perro ataca en forma violenta lo seguirá haciendo y, lo más importante, la experiencia traumática que alguien puede vivir deja cicatrices físicas y emocionales imborrables.
Los perros no son malos ni agresivos, sostienen muchos veterinarios y especialistas. Quizás sea así. Pero un perro, más aún si se trata de una de las 12 razas peligrosas, es responsabilidad de su dueño. Si un perro ataca en forma violenta a su amo, ¿qué se puede esperar si la víctima es un extraño?.
Existe la tenencia irresponsable de perros y, a veces, querer adiestrar a un animal por el solo hecho de ser su dueño puede agravar aún más aquella irresponsabilidad.
Alguien me dijo alguna vez “el perro se parece mucho a su dueño”. En mi caso, ese parecido se dio.

Tres preguntas a...
Sergio Suárez, Médico veterinario
1. ¿Qué significa tener un perro rottweiler?
Es como tener un arma. Podés tener una escopeta en tu casa, pero no dejarla al alcance de los chicos porque es un peligro. En otros lugares para tener un perro así hay que registrarlo y capacitarse.
2. ¿Ustedes, como veterinarios, le advierten a la gente cuando compran estos perros?
Siempre que llegan a la veterinaria con los cachorritos nosotros les decimos que son perros peligrosos. Que es una raza para tener mucho cuidado. Pero, bueno, no hacen caso.

3. ¿Qué característica tiene la raza rottweiler?
Es un perro de guardia y ataque. Debe ser uno de los perros más contundentes que están preparados para eso, así como hay otras razas que se crearon para otras actividades. No es un perro familiar. No es recomendable. (La Mañana)

Miércoles, 26 de noviembre de 2014