El titular del gremio de petroleros privados de Santa Cruz viajó a Río Gallegos para expulsar al dirigente cuestionado. Hubo acusaciones, peleas y denuncias policiales.

En un serio incidente que se produjo el lunes en la filial Río Gallegos del Sindicato Petrolero Santa Cruz, el secretario general, Claudio Vidal, expulsó a las trompadas al secretario gremial, Fernando De Souza, acusándolo de “corrupto” y “desleal” junto a otros dirigentes allegados al mismo. Tendría pruebas de que sobornaba a algunas empresas para que no se vieran afectadas con conflictos laborales.

De Souza generalmente desempeñaba actividades sindicales en la capital provincial ya que allí tiene su domicilio y Vidal viajó hacia allí junto a otros miembros de comisión directiva, entre ellos el adjunto, Rubén Uribe, a fin de iniciar un proceso administrativo.

Tenía firmes presunciones de que el secretario gremial cobraba regularmente “coimas” a empresas de servicios petroleros que operan en yacimientos de las zonas sur y norte, principalmente vinculadas al transporte de personal.

Se dice también que uno de los damnificados, de apellido Michelena, se habría animado a denunciar los hechos de corrupción, lo cual motivó que Vidal dispusiera iniciar una investigación interna hasta que se lograron nuevas evidencias que comprometerían seriamente al secretario gremial.

El secretario general y otros dirigentes se hicieron presentes alrededor de las 9:30 del lunes en la filial Río Gallegos e intimaron al dirigente cuestionado y a sus allegados que se retiraran del lugar.

Ello motivó fuertes discusiones entre ambos grupos que derivaron empujones y trompadas, lo cual habría dejado un saldo de varias personas lesionadas y el retiro de De Souza, quien más tarde acudió a una comisaría denunciado que tanto él y quienes lo acompañaban recibieron una fuerte golpiza.

LEYENDAS ACUSADORAS

Desde el sector de Vidal se admitió que hubo fuertes discusiones y empellones, pero negaron que haya existido una batalla campal. Además aseguraron que horas más tarde se realizó en ese mismo lugar una asamblea de la que participó la mayor parte de miembros de comisión directiva y numerosos delegados, en la cual se resolvió separar provisoriamente del cargo al secretario gremial y a otro número no precisado de dirigentes.

Se presume que entre hoy y mañana Vidal ofrecerá una conferencia de prensa para brindar mayores precisiones sobre este hecho.

No obstante, a través de voceros autorizados adelantó que mientras él esté al frente del gremio no va a permitir que “existan actos de corrupción” y que “se terminaron las épocas en las que algunos dirigentes se llenaban los bolsillos aprovechando los cargos que ocupaban”.

En Caleta Olivia, el frente de la sede sindical ubicada en esquina de las calles Güemes y Lavalle, apareció ayer con frases escritas con aerosol, reflejando fuertes epítetos contra el dirigente expulsado y también se citaban los apellidos de Cariñanco y Gatica, acusándolos de “coimeros”.

Paralelamente, delegados de sectores laborales que apoyan a Vidal dijeron que el secretario gremial suspendido “estaba desarrollando una gestión dudosa y desleal”. (Patagónico)

Miércoles, 17 de diciembre de 2014