En la noche del jueves, el oficial de Protocolo optó por lo coloquial y consideró de "mala leche" que se difundiera una carta falsa de Francisco a Cristina. Horas después, se rectificó y aseguró que la misiva es legítima.

En pocas horas, la carta falsa "hecha con muy mala leche" pasó a ser un "telegrama oficial y legítimo" del Vaticano a Cristina y el pueblo argentino.

El encargado de desmentir la misiva de Francisco a la Presidenta, para luego desdecirse y confirmar que había salido de la Santa Sede, fue Guillermo Javier Karcher, un argentino que trabaja hace años en la Curia Romana.

Karcher estuvo en el balcón que da a la plaza de San Padre cuando Bergoglio dijo sus primeras palabras como Sumo Pontífice. Era el religioso que, a la izquierda del Papa, sostenía el micrófono.

El monseñor Karcher fue nombrado "cerimoniere pontificio", integrante del "Ufficio delle Celebrazioni Liturgiche del Sommo Pontífice", en diciembre de 2006.

"Ufficio delle Celebrazioni Liturgiche del Sommo Pontífice" es el organismo, autónomo de la Curia Romana, que se encarga de la preparación de las celebraciones litúrgicas, tanto del Sumo Pontífice como aquellas que se realizan en su nombre.

Antes, Karcher había trabajando en Asuntos Generales de la Secretaría de Estado Vaticana y fue testigo de las diferentes visitas que hicieron autoridades argentinos al Vaticano para encontrarse con Benedicto XVI.

Aquel argentino que había estado en un plano secundario cuando el Papa habló a la plaza San Pedro, ahora fue el encargado de aclarar un confuso episodio y a pocos días del tradicional Tedeum que Cristina Kirchner encabezará en la Catedral Metropolitana.

Viernes, 23 de mayo de 2014