El secretario de Estado de Derechos Humanos supervisó la infraestructura y los servicios en la Alcaldía de Río Gallegos.

El secretario de Estado de Derechos Humanos de la provincia, Humberto Quiñones, supervisó las instalaciones de la Alcaidía de Río Gallegos. Junto a los comisarios responsables del servicio penitenciario Ramón Alfredo Herrera y Marco Colqui recorrieron la instalación carcelaria.
Esta visita se llevó a cabo luego de las críticas que los internos han hecho llegar a la prensa en las últimas semanas. No obstante, desde el Gobierno se resaltó que esta visita “se enmarca dentro de las recorridas que el funcionario provincial realiza periódicamente en virtud de observar personalmente el estado funcional, en este caso, de la alcaidía, puntualizándose su futuro análisis de las condiciones edilicias, nutricionales y de atención de los internos”.
Tras la supervisión, y en diálogo con la prensa, Quiñones sostuvo que “se trata de una visita fuera de agenda, porque la idea es interiorizarme de la cotidianeidad del lugar, dialogar con los efectivos, la gente de cocina y poder así realizar mi propio informe”, al tiempo que hizo referencia a la situación nutricional que reciben los internos remarcando que “la comida se encuentra en buenas condiciones, tanto la mercadería como la elaboración cumple con las normas vigentes, es fresca y acorde. Aparte, hay profesionales que confeccionan los menús que se van rotando diariamente e inclusive se respetan los alimentos que se deben ingerir de acuerdo al período estacional”.

Buena higiene y trato
En ese sentido, el funcionario señaló que “responderé la nota de la Asociación Trabajadores del Estado donde hablaba de comida en mal estado, lo que es contrario a la realidad de hoy y que vi particularmente. Igualmente quiero recalcar que la higiene es buena y no hay malos tratos”.
Asimismo, admitió que “existen falencias edilicias y que no se pueden remediar de un día para otro, sin embargo poco a poco la iremos solucionado. El ministro (Gustavo) Martínez estuvo avanzando en las conversaciones con Nación para concretar una nueva alcaidía para 300 personas, pero aún resta concluir aspectos técnicos”.

Preparación del recurso
Por su parte, el comisario Ramón Alfredo Herrera, consultado sobre la cantidad del personal policial, explicó que “no hay un número de gente adecuada que cumpla con todas las actividades del lugar, y algunos ejemplos serían el de custodia y traslado, por lo que solicitamos apoyo de comisarías, y lo que resolvería esta situación sería teniendo nuestro propio personal”.
“Hoy las comisarías tienen una dualidad de funciones que es la prevención con seguridad urbana y también atienden los requerimientos judiciales, que son nuestros” mencionó Herrera, quien agregó finalmente que “con la construcción de la nueva unidad de detenidos a nosotros nos va a permitir desconcentrar personal y puntualizar la preparación del recurso humano, que conlleva una capacitación constante en este ámbito laboral”.

Sin contacto con internos
Los presos de la Alcaidía de Río Gallegos se molestaron con el secretario de Derechos Humanos, Humberto Quiñones, porque el funcionario no se entrevistó con ellos durante su recorrido por las instalaciones carcelarias. Los presos habían solicitado en varias oportunidades la presentencia de Quiñones a través de notas y públicamente a través de la prensa, pero ni se enteraron de que ayer estuvo en la alcaidía. La Opinión Austral quiso conocer la impresión de los internos ante la visita del funcionario, y fue en ese momento que se enteraron que había pasado por el lugar. “Nunca habló con nosotros. No sabíamos que vino”, dijo uno de los detenidos. Aseguró que Quiñones no ingresó a los pabellones para observar en qué condiciones se encuentran, ni a las áreas para visitas, que no cuentan con los sanitarios en óptimas condiciones. Lamentaron que la oportunidad de dialogar con el funcionario se haya perdido, a pesar de haberla solicitado en varias oportunidades.

Viernes, 23 de mayo de 2014