Decenas de jubilados y pensionados protagonizaron a media mañana de ayer una ruidosa manifestación de protesta frente a las oficinas del PAMI reclamando por el corte de coberturas médicas, derivaciones y servicio de farmacia por parte de los prestadores, a los cuales esa obra social adeuda más de seis meses.
Paradójicamente, la protesta coincidió con el día en que debía presentarse oficialmente una lista actualizada de solo ocho médicos que acordaron contrato con la obra social para asistir en un hospital y en una clínica a 4.700 afiliados en esta misma ciudad, en tanto que otros galenos no accedieron al reempadronamiento.
La propia jefa de la agencia local, Nieves Beroiza, tuvo que admitir que en el transcurso de esta misma semana los centros de salud adheridos dejaron de atender a los pacientes de la obra social debido al atraso en los pagos, por lo cual entendía humanitariamente la frustración de los pasivos, pero al mismo tiempo afirmó que ya se están realizando las gestiones pertinentes ante el PAMI central para resolver cuanto antes este serio inconveniente.
Mientras tanto, generaba tristeza observar a numerosos adultos mayores, tanto hombres como mujeres, expresar su indignación e impotencia por no poder tener el beneficio de uno de los derechos más importantes de la vida, como es la salud.
Frente a las oficinas ubicadas en la avenida Eva Perón, a escasos metros de monumento al Obrero Petrolero, los protagonistas de la manifestación -que en muchos casos eran representantes de centros de jubilados de diferentes sectores- utilizaban pancartas, un megáfono y sobre todo vociferaban duras frases para con la obra social que maneja los fondos desde Buenos Aires con tiempos meramente empresarios. (El patagónico)