La entrevista fue publicada por Clarín. Las diferencias con Costa, la llegada al ARI y su postura en contra de la UCR.

Siempre crítica al Kirchnerismo, Mariana Zuvic realizó una dura entrevista en el diario Clarín. La parlamentaria del Mercosur, ahijada política de "Lilita" Cario y pareja de Eduardo Costa tuvo una mordaz y futbolera crítica hacia la Unión Cívica Radical en Santa Cruz. En dialogo con el medio nacional, indicó que ella jamás podría pertenecer al espacio político de la UCR por su tibiez en la política, tildándolos incluso de "pecho fríos". Incluso marcó las diferencia con el propio Costa. La entrevista fue realizada por Silvia Fesquet y publicada en el matutino y digital el día de hoy. Su carrera política dentro del ARI inició en 2007, manteniendo siempre una postura muy mediática y enfrentada hacia el Kirchnerismo a nivel nacional y provincial. Esto último es algo sabido, por lo que las revelaciones llegaron con las discrepancias políticas con Costa, principal referente en Santa Cruz de Cambiemos.

C: Siendo su marido radical, ¿por qué no lo hizo a través de la UCR?

Z: -Yo no podría ser radical ... Porque el kirchnerismo en Santa Cruz fue gracias al radicalismo. Una cosa que a mí me genera rechazo son los pecho frío. Lo que vi hasta el 2007 de muchos radicales fue hacer la vista gorda, y cuando yo empiezo les representé como una amenaza, en vez de enfocarse hacia el kirchnerismo. Y además está el machismo.

C -Justo le iba a preguntar por ese tema ...

Z -El radicalismo en Santa Cruz fue en su momento un semillero de mujeres extraordinarias. Después llegó una camada de radicales que arrasó con eso, y sólo tenías mujeres en los comités que servían café. Yo tengo absoluta conciencia de género. Entonces mi admiración era por Elisa Carrió a nivel nacional, a quien estudiaba, leía, votaba y defendía en mi casa, pero no la conocía. Y una noche estábamos con mi amigo Javier, en medio de una manifestación en Río Gallegos, y le digo: “Tenemos que dar una respuesta política a esto”. Armamos mesas de discusión y debate en la confitería del Hotel Costa Río, de la familia de mi marido y, al principio fue ámbito de catarsis. Más que hablar, la gente lloraba.


Domingo, 21 de mayo de 2017