Sequedad y uso de pirotecnia se conjugan para que se generen incendios que pueden llegar a costar vidas humanas. Un incendio en un pequeño cañadón fue un aviso.

Diciembre es la época. El viento reina y seca el suelo y la baja vegetación de la zona. Las lluvias escasean. Se le suma el uso de la pirotecnia por parte de los más chicos.

Los incendios de pastizales parecen ser un aviso que las pérdidas materiales pueden ser muy grandes y hasta se pueden poner en riesgo vidas humanas.

A las seis y media de la tarde del martes, el aviso se dio en el cañadón que tiene acceso desde la avenida Perón, paso habitual para vecinos de a pie de los barrios Cerro Calafate, Cañadón y otros.

El fuego se originó en un sector rodeado de viviendas familiares y detrás de un hotel turístico.

Una vecina le indicó a ahoracalafate.com.ar que antes que comenzaran las llamas, unos niños pasaron por el lugar arrojando petardos. Dijo que aparentemente iban con una persona mayor a la que le llamó la atención desde lejos, pero hizo caso omiso.

Los bomberos de la unidad XXI debieron acudir al lugar para frenar el avance de las llamas.
(Ahora Calafate)

Miércoles, 20 de diciembre de 2017