El grupo de despedidos por Lufkin que lidera el delegado Juan "Toja" Carbajal mantiene firme el campamento que instalaron en el acceso a la base de Sinopec, en Cañadón Seco.

A ellos se les sumaron otros que quedaron cesantes hace más de dos meses en otra empresa de servicio, los de San Antonio Internacional y todos reclaman por la reinserción laboral.

Hoy también llegaron más familiares, además de militantes de ATE de Las Heras y Pico Truncado y referentes del Polo Obrero de Caleta Olivia.

La cantidad de manifestantes motivo que se acercara una comisión de la Gendarmería Nacional para verificar si la protesta se desarrollaba sin cortar el portón principal de la base de la operadora y luego de una breve charla los uniformados se retiraron del lugar.

Luego se hizo presente un pastor evangélico, Rubén Sosa, quien invito a rezar todos los presentes y pedirles que tuvieran fe en su lucha por los puestos laborales.

Por otra parte, debido a que hay muchos chicos que son hijos de los desocupados, en el campamento se instaló una pileta de natación de jardín que se llenó con agua que se trajo en tanques transportados por camionetas, e incluso un castillo inflable,

Carbajal también dijo que varios municipios de la zona norte están colaborando con alimentos y por ello a mediodía se sirvió pollo que fue cocinado en una improvisada parrilla campestre.(Fuente: La Vanguardia del Sur)

Sábado, 27 de enero de 2018