COLUMNA EDITORIAL
CON EL TÍTULO BAJO EL BRAZO
Cuando cualquiera de nosotros se pone a buscar un nuevo trabajo lo primero que debe ponerse bajo el brazo es su título académico, construyendo su currículum en base a ello, pero en el caso únicamente que...
...el trabajo buscado sea compatible con el diploma por el que estudió 4, 5 o más años. Cuando la profesión buscada no requiere título alguno, pero sí experiencia comprobable, quien lo pretenda debe mostrar todas sus labores afines y todo trabajo al respecto realizado con eficiencia y dedicación. Si el puesto de trabajo al que aspiro tiene que ver con un albañil especializado, debo demostrar a través de mis labores anteriores que realmente soy una persona especializada en ello, y a esto también lo podemos llamar título, que aunque no es legalizado ni obtenido por el estudio, forma parte de mi bagaje de conocimientos y capacidades para ser un candidato real y efectivo para el trabajo, en este caso de albañil. El trabajo de un albañil especializado es tan digno y especial como lo puede ser el de un chofer, de un camarero o de una empleada administrativa, sin colocar en esta lista a un médico, un veterinario o un abogado, que para trabajar de ello necesitan estar diplomados, y no digo titulado, ya que en todos, si, en todos los trabajos, podemos mostrar nuestros títulos obtenidos en la vida del trabajo (respetuosamente la “calle”), sea ésta de muchos o de pocos años. Dentro de esta última categoría de trabajos sin duda figura la de los funcionarios públicos, y específicamente los cargos electivos que se van a proponer al ciudadano en las próximas elecciones nacionales del corriente año. Es acá donde encaja toda mi introducción, es referente a estas inminentes elecciones y a todos los candidatos que dicen van a trabajar para el pueblo. Son ellos, si, cada uno de ellos que debe mostrar sus títulos, entendiendo por ello no diplomas sino sus antecedentes de gestión en los cargos que ocuparon, el resultado de su trabajo, su dedicación, su historia, sus aptitudes y sus capacidades, su preocupación por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, en fin, mostrar y demostrar que tiene una historia que necesita el cargo por el cual se postula. Seguramente nos van a mostrar muchas cosas, pero está en nosotros el comprobar que todo lo que nos cuentan es real, que es verdad que su trabajo siempre fue eficiente, que su dedicación fue siempre el bienestar del pueblo, ya que todo “título” que puedan poseer debe ser irremediablemente comprobable por la población que los elijen y a los que van a representar en todos los poderes del estado. Al fin de cuentas, este ámbito, el de funcionario o el del político, no es otra cosa que un trabajo más, una ocupación como cualquier otra, y todos tienen las mismas oportunidades de postularse para el cargo que deseen, y los electores somos aquellas personas que vamos a elegir entre los mejores candidatos, entre los que posean más y mejores “títulos”, como si fuéramos un gerente que elije cuatro empleados entre cien interesados en el mismo puesto. Así es la vida, todos caminamos con nuestro título bajo el brazo, todos llevamos a cuestas nuestra historia, y esa historia debe ser mostrada, demostrada y conocida por todos. Hasta otra oportunidad, amigos, nos vemos.
Miércoles, 4 de marzo de 2015
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