Por un lado se encuentra la legisladora de la UCR, Roxana Reyes que manifestó a través de sus redes sociales, lo siguiente: "No vamos a avalar la concentración de poder que ocurre en el país, sin servicio de #justicia, lluvias de #DNU y el #Congreso paralizado. No hay ningún obstáculo insalvable para que podamos reunirnos de manera presencial guardando los protocolos sanitarios que correspondan", sin pensar que a un acto legislativo deben acudir el personal necesario para llevar adelante una sesión, y haciendo caso omiso al pedido presidencial de #QuedemonosEnCasa. La legisladora santacruceña emprendió pasadas las 8 de la mañana del domingo y sin acompañantes, el viaje de 3000 km que separan a Río Gallegos de la Capital Federal, para llegar, según su intención, este lunes a la ciudad de Buenos Aires.
En su alocada carrera, a la altura de Fitz Roy, el auto en el que se movilizaba Reyes, protagonizó un vuelco, del que finalmente resultó ilesa.
Por otra parte, esta mañana, se daba a conocer la noticia de la denuncia penal llevada adelante por el Diputado provincial Daniel Roquel, en contra del intendente riogalleguense Pablo Grasso. En relación a ello, el denunciante –en este caso el legislador antes mencionado- no tiene que aportar ninguna prueba a la denuncia del rompimiento premeditado del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por parte del Intendente Municipal, al realizar la presentación de artistas locales en un escenario móvil para los residentes de bloques de departamentos de esta capital, a fin de brindar algo diferente en el marco de esta pandemia.
Hoy, las declaraciones de Roquel coincidirían perfectamente para el accionar de la legisladora Reyes: “Quienes estamos en política ejerciendo cargos públicos debemos dar el ejemplo y no eludir las responsabilidades que nos han sido conferidas a través del voto y la confianza de nuestros vecinos. Debemos traducir en hechos lo que decimos con palabras".