Aldo Aravena indicó que la localidad es tierra de nadie. Sostuvo que hubo amenazas hacia su familia. El intendente de localidad de la cuenca lejos de terminar su circo político optó por la violencia acostumbrada de su sector.

El partido SER de Claudio Vidal utiliza su brazo más violento y patoteril en la localidad de 28 de noviembre. Siendo la única localidad que maneja, el intendente Fernando Españon se mueve a diestra y siniestra de manera patoteril. Ayer envió a un grupo de choque –los mismos que estuvieron afuera de Casa de Gobierno- a amenazar a los ediles del Concejo Deliberante, para que aprueben un aumento imposible de tratar debido a la conciliación obligatoria vigente. Lejos del circo político, acorralado, Españón decidió directamente por la violencia. El concejal de la localidad Aldo Aravena relató los duros momentos que vivió mientras se mantenía privado de su libertad en el edifico legislativo.
“Estábamos en conciliación y no podemos aprobar un aumento salarial. Como estamos acostumbrados, Españon quiere ser gremio, ejecutivo y deliberativo a la vez. Pensó que
amenazándonos íbamos a aprobar ese aumento. Entré al HCD y apenas ingresé empezaron a insultar, a decir cosas cuando yo entré. Tuve un intercambio de palabras con dos de los de ahí, la patota del intendente”, lamentó el concejal en diálogo con Conexión Urbana.

En este marco contó que la amenaza no les permitió salir. “No podíamos recorrer todo el Concejo Deliberante. Cuando vino la policía salimos y nos venían increpando. Creo que el límite es cuando amenazan de venir a nuestras casas. La mayoría tiene hijos chicos. Una cosa es que vayan al concejo, nos metan presión, pero otra cosa diferente es que vengan a nuestros hogares”, denunció el concejal.

Sostuvo que ya no les sorprenden las actitudes patoteriles del Intendente y que la ciudad es “tierra de nadie”.


Miércoles, 27 de abril de 2022