Vecinos de los barrios 91 y 92, cansados de la falta de respuestas por parte de la Secretaría de Obras Públicas Municipal decidieron bautizar “Lago del odontólogo” a una calle inundada con agua salida de las cloacas.
Entre el humor y el enojo, desde el sector piden soluciones al ejecutivo e ironizan con la situación. Según el vecino que publicó la imagen, esta situación vendría de hace varios días, generado malestar en los vecinos no sólo por la obstrucción de la calle por el agua, sino por el olor que genera. Esto se potencia aún más en los días de calor. Vale remarcar que si bien esto es un caso puntual, las calles inundadas son una postal típica de la ciudad capital.
Un antecedente de vecinos que ironizaron con la mala situación de la ciudad, fue el acto de nombramiento “Raúl Cantín” a otra de las lagunas de la ciudad.