El mismo fue identificado como Jonathan Adrian Benítez, quien al momento de ser sorprendido por las fuerzas policiales se hallaba comiendo un suculento asado, acompañado por varias botellas de vino, junto a algunos familiares y amigos.
En el operativos secuestró indumentaria, una gorra con vicera y anteojos oscuros que coincidían con los datos que suministraron las víctimas del hecho delictivo, una empleada y el propietario del local comercial, aunque en la requisa no se halló ningún arma de fuego.
Sin embargo se comprobó que Benítez presentaba una herida cortante en su antebrazo derecho, producto de la pelea que mantuvo con el dueño del local de juegos madryense (quien recibió un golpe en la cabeza con el arma de fuego), además cicatrices más antiguas que las víctimas alcanzaron a verle en el lado derecho del cuello.
Su captura había sido solicitada, mediante exhorto, por un juzgado de instrucción de la ciudad portuaria chubutense, a instancias de averiguaciones que había realizado la Brigada de Investigaciones de es misma población, la que a su vez requirió la colaboración de la División Delitos Complejos de Caleta Olivia.