Roberto Rodríguez Pérez, de 60 años, se encontraba en su vivienda de San Carlos (Mendoza) junto a familiares y amigos cuando se ahogó comiendo asado, según indicaron fuentes policiales.
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Sus amigos lo llevaron hasta el hospital Tagarelli, pero cuando los médicos lo atendieron ya había muerto, según indicó el diario Los Andes.