COLUMNA EDITORIAL
Una íntima autocrítica
Los últimos hechos que me preocuparon fueron aquellos que ratificaban una idea que hace mucho tiempo que deseo combatir, y son los referidos a la violencia, al ataque, a la difamación gratuita o a las lesiones originadas por…
distintos sectores de nuestra población. Puedo por ello hacer una larga lista de los mismos, como también citar las respuestas de las víctimas, aunque estas últimas sólo se sienten indignados y desprotegidos cuando le sucede solamente a ellos y no a otros. Cuando en los últimos días apareció un panfleto denigrando a una funcionaria política parece que la misma se sintió mal, que se preocupó, que le tocó lo más íntimo de su moral, como también le pasó lo mismo a los militantes que a ella seguían, a algunos medios de comunicación que se solidarizaron con la destinataria y a algunos otros funcionarios que manifestaron su apoyo y repudiaron los hechos violentos. Estos actores sociales no fueron los mismos que repudiaron la violencia en torno a manifestaciones gremiales que provocaron la muerte de una persona en el norte de nuestra provincia hace ya algún tiempo, quizás porque la víctima no era una persona conocida ni los hechos sucedieron en nuestra ciudad, pero como ya dije, son otros los protagonistas del repudio. Recuerdo ahora la golpiza de parte de unos inadaptados sociales en el marco de una actividad gremial a un funcionario municipal, provocando una sutura de seis puntos en la cabeza e innumerables estudios médicos hace más de un año atrás, provocando la indignación de algunos y el repudio de otros, ¿saben de quiénes?. Si. Acertaron. De otras personas distintas a los dos casos anteriores.
No puedo dejar pasar la violencia ejercida por el sindicato municipal, toda vez que afecta y perjudica notablemente a los vecinos de la ciudad, al tener que sufrir que la basura se junte frente a sus domicilios sin nadie que las recoja. Y esto también es violencia que los mismos vecinos repudian y se indignan. Aquí otra vez la pregunta: ¿son los mismos vecinos que se indignaron en los casos anteriores?. No. Definitivamente no. Son otros.
Todo lo dicho me llevó a una íntima reflexión, y se trata de pensar que a través de estas notas editoriales pueda ofender a alguna persona a algún sector de la población, provocando una reacción violenta. Por ese motivo es que no voy a seguir con la serie de las “biografías no autorizadas” para que no sean usadas como un motivo más para la utilización de cualquier tipo de violencia. No por lo dicho voy a dejar de decir lo que pienso y siento, no voy a dejar de criticar los errores o de aprobar los aciertos, sean todos dirigidos a personas, grupos, actores sociales o sociedad en general, pero no serán hechos originados por mí sino por alguien de la población en general o por los vecinos en particular.
Deseo desde lo más profundo de mi ser y desde la humildad, que desaparezca la violencia de la sociedad, que no existan grupos de inadaptados que reclamando sus derechos agredan, lesionen o maten a gente que desea la paz, que aquellos que no aceptan las diferencias traten de hablar y consensuar para no hacerlas tan diferentes, que se entienda por fin que la única manera de vivir es dialogando, conversando, acercando opiniones y viviendo en libertad. Pero una libertad que tenga siempre presente el respeto por el otro.
Gracias lectores, y hasta luego.
Martes, 5 de mayo de 2015
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