Si bien el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) decidió no quemar cubiertas como método de protesta, eligió un método igual de contaminante para la ciudad: desparramar bolsas de basura en la zona céntrica de la capital. Un nutrido grupo de agentes recorrió con un contenedor recolectando bolsas de residuos para después abrirlas y tirar su contenido en Kirchner y San Martín. Ante lo sucedido, varios conductores se enfrentaron con los manifestantes, ya que los mismos impedían el paso de algunos de los vehículos sobre la calle Zapiola.
En tanto, el secretario del gremio Pedro Mansilla, fue citado por el Consejo Provincial de Educación por la quema de cubiertas que terminaron afectando el dictado de clases.